Borrar
El arquitecto, dibujante, estudioso y escritor José María Pérez, ‘Peridis’.

«He dado voz en mi novela a los que crearon el románico»

José María Pérez 'Peridis' presenta este lunes en Madrid ‘Esperando al rey’, que ha ganado el premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio

Fernando Caballero

Lunes, 6 de octubre 2014, 11:55

Un paso más en su apasionado empeño de divulgar el mundo medieval y románico es el que va a dar este lunes José María Pérez, Peridis, que presenta su primera novela, Esperando al rey, editada por Espasa, que ganó el Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio y que incluye dibujos del propio autor. La presentación se celebra en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y correrá a cargo de la periodista Pepa Fernández y del escritor Jesús Torbado. En su apretada agenda, 'Peridis' dedica por teléfono unos minutos a El Norte de Castilla. Cuando el entrevistador le da la enhorabuena por haber entrado por la puerta grande en el mundo de la literatura con premio incluido, él, con cierto sonrojo y modestia, matiza:«...Mejor en el mundo de la cultura a través de la novela, decir de la literatura son palabras mayores. Escribo de lo que me gusta, de lo que sé, pero en novela, y además de nuestra tierra».

¿Cómo surgió la novela?

La gente me para a menudo por la calle y me pregunta que cuándo va a seguir la serie de televisión de Las claves del románico. Yo respondo que no hay patrocinio, que si por mí fuera, mañana... Tenía que poner la guinda a la serie, y la guinda es una novela que cuente aquello que contábamos en imágenes, pero en novela, para que el lector vea el patrimonio con los ojos en la serie y lea cómo eran aquellos personajes que lo hicieron. He recreado, a partir de Aguilar de Campoo y de la minoría de edad de Alfonso VIII, las peripecias del Cristo de Carrión, del monasterio de Aguilar, de San Vicente de Ávila, pero a través de muchos personajes, como reyes, nobles, los Lara y los Castro, la Iglesia, los obispos, el enviado del papa, las infantas o las mujeres de los nobles. Se cuentan casi cuarenta años de la época más gloriosa de nuestra historia medieval, que arranca antes de la batalla de las Navas de Tolosa y que si hay suerte seguirá con otras novelas.

¿Cómo se estructura la novela?

En partes y en capítulos cortos. Siete partes y 34 capítulos de pocas páginas. Está escrita a partir de los personajes y de lo que les ocurre, con un lenguaje de novela. Es una novela histórico-artística. Habla de los monumentos, cómo los hicieron, quiénes los hicieron, la relación de los reyes con los nobles, las pasiones, la lucha por el trono... La novela está llena de sucesos y vicisitudes que ocurrieron realmente.

¿Además de la creación literaria, qué mensaje transmite en la novela?

Que aquella fue una época mucho más luminosa, que fue un gran renacimiento, que aquellas gentes eran mucho más cultas de lo que nos creemos y que no eran ni tan brutos ni tan sanguinarios ni tan feroces como se les pinta en ciertas series y en la mayor parte de las novelas históricas del medievo. Los siglos XII y XIII fueron un gran renacimiento. La llegada de los benedictinos, el Císter, el románico pleno, las catedrales... son grandes logros de la humanidad.

¿Dónde está ubicada geográficamente la novela?

Empieza en Galicia, donde aparece el maestro Mateo, pasa por León, Sahagún, el norte de Palencia la zona de Aguilar, Herrera de Pisuerga y Carrión de los Condes, Valladolid, Ávila y Toledo, fundamentalmente.

¿Describe el románico en esos lugares?

No, no hay descripción. La corte era itinerante. Los protagonistas viven en esos lugares y allí les ocurren los sucesos. Sí que tenemos un paisaje, personas que vivieron realmente y otros de ficción, y todos cuentan cómo era su vida, cómo era la vida de la época, qué sentían, qué hacían, qué sufrían, qué peleaban...

¿Utiliza un lenguaje moderno o se acerca al antiguo?

El lenguaje es actual, lo que pasa es que no habla lo mismo un eclesiástico que un cantero, que el rey en la intimidad o el rey protocolariamente. Utilizo el lenguaje que corresponde a cada persona, según su cargo y su edad. Es una novela de facilísima lectura y amena, y he procurado deleitar y que se aprenda mucho con su lectura. Es lo que hago siempre, pedagogía, con la tira diaria, con la arquitectura, con las series del románico o con la enciclopedia. El lenguaje es mío, el que lea la novela me va a oír hablar a mí. No hay impostación de la voz. La novela tiene metáforas, sentimientos, introspecciones, sueños, vivencias...

¿Ha necesitado documentarse?

Mucho. Me han ayudado dos grandes maestros castellanos. Julio González, el gran historiador de Saldaña, que hizo unas investigaciones fundamentales para conocer la época de Alfonso VIII, Fernando II y Alfonso IX, y Gonzalo Martínez Díez, que tiene un libro sobre Alfonso VIII muy interesante, pero también hay tesis doctorales sobre los Lara, y muchos documentos. Tengo en casa una estantería llena de libros, más todos los que ha editado la Fundación Santa María la Real, las actas de la época de Alfonso VIII, los cursos del románico... He tenido a mi disposición toda la documentación necesaria.

¿En la novela aporta algún aspecto inédito?

Una visión, que quizás contradice a los estudiosos, sobre el papel que tuvo el rey Fernando II de León en la minoría de edad de Alfonso VIII. Yo creo que se quería quedar con el reino de Castilla cuando lo dividió el emperador. En la novela tengo mi propia reflexión sobre la lucha de los Lara y los Castro. Bien es cierto que en la novela tienes que exagerar un poco, porque al bueno hay que hacerle más bueno y al malo, un poco más malo, pero de ahí no ha pasado.

¿Es usted lector de novelas?

Sí, soy un lector que a veces puedo leer más o menos, pero siempre estoy con dos o tres libros a la vez, aunque ahora tengo cuatro o cinco. Me gusta hacerlo así porque se trasvasa de unos libros a otros.

Infidelidad histórica

¿Ylee también novela histórica?

Me gusta la novela histórica, pero me desagrada la infidelidad histórica. Hay muchas novelas históricas muy buenas que se ciñen a los hechos que ocurrieron en la fecha y en los personajes, y hay otras novelas históricas que te colocan, por ejemplo, un personaje en una fecha en la que ya se había muerto. No se han documentado lo suficiente. Tenemos elementos como para saber quién estaba allí y qué fue lo que ocurrió.

¿Usted esta parte la habrá cuidado mucho?

Lo he cuidado todo lo que he podido, e incluso he tenido que hacer una pequeña salvedad, de meses, porque en la novela te tienes que permitir alguna licencia. Si no, estás atadísimo a los hechos. He ido a las fuentes y he sido lo más fiel que se puede ser.

¿Qué supone para Peridis publicar esta novela?

Me ha dado una gran alegría. Cuando yo estaba restaurando el monasterio de Santa María la Real, sentía a los monjes paseando por el claustro, y me decían que restaurara el monasterio porque mientras estuviera de pie ellos seguían transitando por ahí. He querido dar voz a todas las personas que han influido en mi vida y que vivieron hace ochocientos años, porque encargaron y labraron aquellos monumentos, cultivaron aquellas tierras o crearon aquellos paisajes. Este ha sido el impulso de la novela, resucitar a los que allí vivieron.

Decía que podían venir más novelas. ¿Ya trabaja en alguna otra?

Tengo que escribir la continuación de esta. Voy a intentar hacer ua saga, recogiendo esa época de la Edad Media y el paso del románico al gótico, esa transición que es apasionante, porque se pasa del mundo rural al urbano, se están creando las ciudades, las iglesias se quedan pequeñas y acometen la gran catedral, incluso tirando la románica, como el caso de Burgos, cuando construyen la gótica 150 años después.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «He dado voz en mi novela a los que crearon el románico»

«He dado voz en mi novela a los que crearon el románico»