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Una tarde en el calvólogo

Crónicas de gentes recias ·

Miguel, si sigues en esa sórdida sala de espera y estás leyendo esto, acepta que la vida será más difícil para ti, que eres calvo y feo

Pablo Merino

Sábado, 26 de junio 2021, 07:55

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Manolo y yo nos dejamos el pelo en aquellas noches en Sevilla y en Milán. Hace tres años de aquello, y dos desde que terminamos ... nuestros estudios universitarios. Ya no nos preocupa saludarnos o quedar para recordar batallitas que certifican que la relación ya no tiene presente. Ahora solo nos contactamos para informar de nuestra lamentable densidad capilar. Él siempre lució una rubia melena ensortijada y yo, pese a que he pasado por mohicanos y rapados cuando era gilipollas, solía llevar un degradado con un leve tupé. El gel gana centímetros al champú. Parecemos rodillas andantes que nada tienen que ver con aquellos muchachotes que conquistaron noches que nunca han muerto.

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