Los Reyes, Pérez y el hospital
Con P de Palencia ·
Prisioneros de nuestras palabras, así permanecemos la mayor parte de los humanosPrisioneros de nuestras palabras, así permanecemos la mayor parte de los humanos y, por ese motivo, en ocasiones, quizá en la mayoría de ellas, ... es preferibler permanecer en la libertad que otorga el silencio. Admito que dada mi facilidad para dar rienda suelta a mi voz y mi escritura, soy más siervo que liberto. Claro que hay una categoría en la que compiten algunos de nuestros congéneres, que es la de: '¿Quién yo?, ¡no sé de qué me está hablando!' y esos tienen la ventaja de que, digan lo que digan, a la mañana siguiente serán capaces de mantener lo contrario. Para ellos, la parte contratante de la primera parte sí que podrá ser considerada como la parte contratante de la segunda parte, o de la tercera, o de ninguna. Jamás se darán por enterados, o vinculados, o comprometidos.
¡Cómo si no fuera con ellos! ¡Y no importan la hemeroteca, el vídeo, el documento comprometedor! Salen a la calle tan pimpantes, como si cada día fuera el primero de una vida plena de grandes iniciativas, ideas y proyectos.
Al otro lado observamos quienes consideramos que las palabras tienen el objetivo de enviar mensajes que permiten al interlocutor la toma de decisiones. Y que de vez en cuando nos llevamos una desilusión, ya sea por culpa del ratoncito Pérez, por los Reyes Magos o porque no se cumplen los plazos de esto o de aquello. ¡Cuántos conozco que compraron casa y esperaros meses y meses a su finalización! ¡Yluego los remates! Los procuradores socialistas critican el retraso en los plazos de las instalaciones del hospital Río Carrión. Es su labor en la oposición, pero lo de Pérez..., ¿ya lo saben?, ¿no?
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