Pedro... ¡pregunta a Alfonso!
LA ESPITA ·
Después del 8-M, todo en la política española queda supeditado a lo que pase el 28 de mayo en las elecciones municipales. Nunca en democracia como hoy ha habido tanto en juego para muchos cargosLa foto de la política española va a quedarse fija hasta el 28 de mayo. Por mucho que se empeñen unos y otros, esa foto ... no se moverá en los próximos 77 días. La pregunta es si aguantará sin moverse en una España –y en esta Castilla yLeón– en la que cada mañana nos levantamos con riesgo de que se acabe el universo y nos acostamos como si de lo pasado no quedara nada. Y la respuesta es que sí, que aguantará sin moverse porque nunca antes en democracia hubo tanto en juego como lo que está en disputa el próximo 28 de mayo; infinidad de actores políticos se juegan su porvenir ese día.
Parecía que en el tránsito del martes 7 al miércoles 8 se iba a acabar el mundo porque el PSOE y Unidas Podemos habían roto su unidad a cuenta de la reforma de la ley del 'solo sí es sí' y resulta que ni ha caído el Gobierno de Pedro Sánchez ni las ministras Irene Montero y Ione Belarra van a ser expulsadas del gabinete ministerial. Queda coalición para rato. Que está roto el Gobierno de Sánchez es algo tan evidente que no necesita explicación, pero como las elecciones generales están cerca, ni PSOE ni UP van a hacer una campaña sin ministerios. Además, cualquier discrepancia mayúscula que pueda surgir va a quedar solucionada por el mejor pegamento que se ha inventado para este Gobierno central: la moción de censura de Vox. El regalo de Santiago Abascal a la izquierda con esa censura que protagonizará Tamames es tal que no parece que en La Moncloa vayan a desperdiciar poner a la derecha extrema y a la no tanto contra el espejo de sus contrariedades.
Que el Gobierno nacional está roto pero no se desarmará no debería extrañar a nadie. Una cosa así ya se vivió en Castilla y León. ¿Ah, no lo recuerdan? 7 de septiembre de 2021. Cortes de Castilla y León. El PP de Mañueco apoyó al PSOE de Tudanca en la votación contra el Plan de Atención Primaria de la Junta, que pilotaba el Ciudadanos de Francisco Igea. Se quebró el Gobierno regional, pero no saltó por los aires. Igualito a lo que pasa ahora mismo en el ámbito nacional.
Tan 'amigos' siguieron PP y Ciudadanos en la Junta tras aquella patada popular en la boca de los igeistas (no olviden que el Plan de Atención Primaria, que dejó sin médicos ni enfermeros a centenares de pueblos por el vaciamiento de sus consultorios lo ejecutaba aquella consejera de Ciudadanos de infausto recuerdo para el medio rural, Verónica Casado) que menos de dos meses después Mañueco e Igea, con la sonrisa del régimen popular como testigo, Carlos Fernández Carriedo, presentaron los Presupuestos para 2022. Es cierto que luego no se aprobaron porque a final de 2021 Mañueco adelantó las elecciones autonómicas para soltar el lastre de Ciudadanos. Y es aquí donde el presidente de Castilla yLeón le podría aconsejar al del Gobierno, o si suena fuerte para el sanchismo, al menos ilustrar sobre cómo se hacen las cosas cuando un pacto de gobierno se quiebra. Recordarán que Mañueco el 20 de diciembre de 2021, solo 61 días después, solo 61, de presentar aquellos Presupuestos, escribió un tuit para comunicar que disolvía las Cortes, expulsaba de la Junta a Ciudadanos y convocaba elecciones. Así que si Sánchez quiere conocer alguna técnica cruel para cuando llegue el día en el que expulsará a Unidas Podemos de La Moncloa, puede telefonear a Mañueco y que este le cuente. Despiadada fue la forma en que se desprendió de Ciudadanos: de hecho, tiene toda la pinta de que Igea y los suyos (y suyas) no han superado aún el trauma de que les quitaran el coche oficial.
No va a moverse nada hasta el 28 de mayo. Por ejemplo, si ese día Jesús Julio Carnero, consejero-candidato, no suma con Vox y con quien se tercie que pase por la puerta con una concejalía ganada en esas urnas para quitar la Alcaldía de Valladolid al PSOE de Óscar Puente, la movida en el PP de Castilla y León va a ser mayúscula. Y ya se sabe que siempre que hay marejada en el PP, el único que sale victorioso es Mañueco. Así que se vayan preparando los Carnero, Conrado Íscar, Mercedes Cantalapiedra (la mejor émula de la vicepresidenta Yolanda Díaz; en la política vallisoletana, nadie se pone de perfil tan bien como la senadora del PP) y demás hooligans que zascandilean por la campaña de los populares. Pero aunque la suma de las derechas desbanque a los socialistas de este Consistorio, que también se prepare Conrado Íscar, quien esta semana se ha postulado para campeón de meteduras de pata en el PP nacional: la pésima gestión que está haciendo de la lista de Olmedo es de traca; cuestionar a Alfonso Centeno por que tenga pendiente un juicio es condenarle desde el partido sin haber sentencia. Y pintoresco es que Íscar se haya autoproclamado candidato a la Presidencia de la Diputación. ¿Alguien cree que si el PP necesita a Vox en el Ayuntamiento de Valladolid no van a exigir los de Irene Carvajal el sillón provincial?
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