Borrar
Efe

Cuando la democracia deja de respetarse a sí misma

«Cabe temer que no estemos siendo lo bastante conscientes de que el vivir en una democracia como la de Europa, que proporciona una estabilidad política y económica envidiables, es un privilegio que no hemos de dilapidar nunca»

Luis Díaz Viana

Valladolid

Sábado, 3 de febrero 2024, 00:23

Comenta

La democracia constituye un invento frágil, una magnífica solución para resolver conflictos y avanzar en el desarrollo de los valores fundamentales de la humanidad, que - ... sin embargo- se ha visto en riesgo y rodeada de amenazas prácticamente desde su nacimiento (fuera cual fuera éste). Ya parece significativo que, a los pocos años de ser establecida en Atenas, los problemas del brillante estratega y político Alcibíades para mantenerse dentro de ella se originaran por una cuestión formal: la de un comportamiento indecente o impío con los dioses; en concreto, la 'gamberrada' que le atribuyeron a él y sus amigotes de haber mutilado los hermai (unas representaciones fálicas de Hermes), «allí donde más dolía», con el mal presagio que eso podría traer para el destino de toda la ciudad. Así que Alcibíades se convertiría con el tiempo en el mayor valedor y -a la vez- el peor enemigo de la democracia ateniense, lo que también es paradójico: en un pretendido líder y salvador de sus principios que, no obstante, se alió en más de una ocasión con espartanos o persas, tradicionales invasores de la patria.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Cuando la democracia deja de respetarse a sí misma

Cuando la democracia deja de respetarse a sí misma