Lucha
Algo que decir ·
«Dejar el tabaco es duro, y lo digo por experiencia, pero la satisfacción de conseguirlo es impagable, aunque la familia deje de hablarte por la mala leche que se te pone»Mucha fuerza tienen que tener las tabaqueras para que España haya tardado tanto en recetar esos fármacos que ayudan a dejar el vicio. Es ... cierto que la lucha contra la adicción empezó tiempo atrás insertando frases y fotos truculentas avisando de los males que provocaba, pero los aprensivos escondían la cajetilla en estuches neutros, y los 'echaos p'alante' seguían yendo de novios de la muerte, como los legionarios. También se intentó luchar prohibiendo que se fumara dentro de los establecimientos públicos, traba que casi todos resolvieron haciéndolo en la calle o en las hermosas terrazas de sus bares de siempre.
Tras permitir que durante años y años el producto envenenara a millones de paisanos, el Sistema Nacional de Salud empezó hace nada a recetar medicamentos que ayudan a desengancharse. Como no creo que lo hagan por caridad, habrán hecho números sobre lo que cuesta tratar las enfermedades que, según dicen las cajetillas, provoca el consumo. Además, si la industria tabaquera es potente, la farmacéutica ni te cuento. Pero, en fin, sea como sea la cosa, bienvenida la receta que puede extender el médico de cabecera, aunque nadie debería olvidar que la decisión de dejarlo está en manos del fumador, no del galeno.
Dejar el tabaco es duro, y lo digo por experiencia, pero la satisfacción de conseguirlo es impagable, aunque la familia deje de hablarte por la mala leche que se te pone.
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