
Secciones
Servicios
Destacamos
Una buena amiga me regaló una valiosa reflexión que lo mismo te vale para un roto que para un descosido: «toda pérdida tiene una ganancia». ... Visto así, en frío, podría darse a entender que uno tiene que conformarse con lo que la vida dispone, que ya vendrán tiempos mejores. Una especie de resignación cristiana. Pero esta premisa no es siempre aplicable de modo textual, al menos mis hijos no entenderían que les tirase al contenedor sus zapatillas preferidas porque están mugrientas antes de reemplazarlas por unas nuevas. Primero la ganancia y después la pérdida. Aquí el orden de los factores sí altera el producto y evita el disgusto.
Y así es como debería haber obrado Renfe. Menuda se ha liado con los ajustes. Que no es más que un eufemismo para enmascarar el gesto feo de premiar la alta velocidad gallega y condenar a la media distancia en Castilla y León.
En una semana, Galicia ganará unos minutos para que en tres estaciones de esta comunidad algunos pasajeros vean cómo el convoy pasa a toda mecha por sus narices. Parar hace menos competitivo el servicio, pero, ¿por qué no se han reforzado antes los servicios Avant? Hay estudiantes, trabajadores y viajeros que quieren seguir siendo competitivos.
Aunque modulen, se han pasado de frenada. Nunca hemos pagado tantos impuestos y nunca hemos tenido peores servicios ferroviarios. El transporte público es deficitario y quien lo vea de otro modo se ha equivocado de empresa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.