Temblequeo de piernas en el PP
LA ESPITA ·
Los cargos del Partido Popular vivieron 2022 y medio 2023 pensando que hoy estaría Feijóo en La Moncloa. Para este escenario no les prepararon. Y Galicia... ¡Ay Galicia!El temblequeo de piernas se ha adueñado de los dirigentes y cargos públicos del PP desde que el jueves una encuesta del CIS de Tezanos deja en el aire la mayoría absoluta de los populares en Galicia el 18 de febrero ... . La tumba política de Feijóo sería, coinciden en destacar varios responsables del partido y analistas cuya opinión hay que tener en cuenta. La tumba política de Feijóo. A los del PP les tiemblan las piernas.
Para ahuyentar sus temores se dicen que el CIS está más desprestigiado que el Pequeño Nicolás. Pero inmediatamente les viene a la mente que el CIS fue el único (¡el único!) que en julio no dio mayoría suficiente al PP y Vox en las generales que adelantó Pedro Sánchez y es la situación en la que vive hoy la política española. 'Se pincha la rueda' es el eslogan que la izquierda ha acuñado contra el presidente gallego, Alfonso Rueda, y ahora lo extiende al resto del mapa patrio para insuflarse ánimos a modo de título de libro de autoayuda electoral. Si se pincha, la tumba política de Feijóo. Si no, el factor Puigdemont será perejil de más salsas políticas hasta las Europeas del 9 de junio.
El PP es el mejor ejemplo para ilustrar la ciclotimia política. Es el partido ciclotímico por excelencia. Tan pronto está arriba por el entusiasmo, como abajo por la depresión. Y pasa de uno a otra en cuestión de segundos. Hasta una encuesta del desprestigiado CIS tumba en este partido al más entusiasta dirigente. Eso sí, unos disimulan mejor que otros los espacios depresivos. Y quienes son los reyes del disimulo se encuentran en Castilla y León, con Alfonso Fernández Mañueco a la cabeza. En esta Operación Aburrimiento con la que desde el 1 de enero el PP entretiene la política castellana y leonesa, el presidente de la Junta y del PP regional transita por los espacios con mucho cuidado de no toparse por estas tierras con periodistas que le puedan preguntar por asuntos para él incómodos. Prefiere entrevistas con medios nacionales, aun a riesgo de que le confundan la ciudad en la que nació y reside, con todo lo que eso supone de planchazo para él. La prensa lejos y él, a protagonizar actos a mayor gloria suya, incluido el que le preparó el miércoles en León ante Feijóo la presidenta provincial y vicesecretaria nacional de Educación del PP, Ester Muñoz, que dejó suficientemente arrinconada a la consejera de Educación, Rocío Lucas, cuya cara era un poema; o el del lunes en Soria, en el que le organizó su dirigente preferida en Valladolid, la consejera de Movilidad, María González Corral, cada vez con más protagonismo institucional a su vera. Por cierto, que el presidente popular sigue dándole mordiscos al territorio de Vox: que hay que prometer más inversiones y subvenciones a los agricultores y ganaderos, lo hace Mañueco y los de Abascal en la Junta, con García-Gallardo a la cabeza, a verlas venir. Y si no, una manifestación en Salamanca contra la política ferroviaria de Óscar Puente; o la de hoy enMadrid, contra todo lo que tiene que ver con la amnistía de los independentistas catalanes.
Pero las manifestaciones no son todas favorables a la derecha. Hay inquietud en el PP por la que han convocado UGT y CC OO el 10 de febrero en Valladolid, coincidiendo con los Premios Goya. Los de Vicente Andrés (CC OO) y Faustino Temprano (UGT) redoblan contactos para que esa protesta, que recorrerá el centro de Valladolid, «contra las políticas excluyentes de la extrema derecha», tenga rostros populares del mundo del cine que le dén una dimensión más llamativa. 'Manifa' contra Vox, claro, pero que busca también salpicar al PP por haberle abierto la puerta de la Junta de Castilla y León hace ahora dos años tras las autonómicas que adelantó Mañueco. Y como el PP de Valladolid bajo la anodina dirección de Conrado Íscar es prototipo de inacción política, el temor que no oculta esta formación es que esa manifestación acabe extendiéndose contra ellos. Con Conrado Íscar cada vez más solo en el partido y cada día con mayor distancia con afiliados y votantes (¡qué haría este PP sin Puigdemont y Sánchez!) no se atisba una estrategia urgente en el horizonte que pueda contrarrestar o, al menos, bajar el diapasón de esa manifestación sindical del 10 de febrero. Ni siquiera a los del merendero privado a orillas del Sequillo, propiedad de un empresario, se les ve dispuestos a echar una mano a Conrado Íscar. Por cierto, que el merendero, en el que se decide mucho de la estrategia del PP provincial, ha empezado a usar 'sucursales' temporales en restaurantes de la capital para rebajar junto al Sequillo los cotilleos que genera la llegada de invitados.
Protesta el día 10, elecciones gallegas el 18, el segundo mayor paro de España en 2023 en Castilla y León... Como para no temblarles las piernas a los del PP.
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