Editorial: incentivos a tiempo
El Gobierno y otras administraciones debieran emplearse a fondo para estimular la actividad y el consumo en 2020
La constatación de que la epidemia de la covid-19 no ha infectado en nuestro país más que al 5% de la población como media, ... en una distribución desigual entre las comunidades del centro y las autonomías costeras, y as declaraciones del director ejecutivo de Emergencias de la OMS, Michael Ryan, advirtiendo de que el coronavirus «podría no irse nunca» nos sitúan ante la hipótesis de un problema duradero que obligaría al Gobierno y a las instituciones europeas a afrontar sus consecuencias económicas con una visión a medio y largo plazo. Pero no por ello debieran posponer los incentivos que requiere la repentina paralización de la actividad.
El Ejecutivo italiano de Giuseppe Conte acaba de aprobar un plan choque de 55.000 millones de euros con el objetivo de atender a las necesidades inmediatas de las familias, estimular el consumo interior y también el turismo nacional, en una iniciativa prolija en medidas puntuales. Medidas que incluyen regularizar la situación de los extranjeros que desarrollan tareas agrícolas en la «invisibilidad». En términos generales puede decirse que los socios principales de la Eurozona han reaccionado a la crisis relacionada con la pandemia con una mayor y más tangible aportación de fondos públicos; mientras que el Gobierno español ha optado por asegurar puestos de trabajo mediante los ERTE y ha recurrido a avalar las necesidades de liquidez y solvencia de las empresas a cuenta de una eventual aportación financiera ulterior.
El propio confinamiento contribuye a disipar la envergadura de la crisis que se solapa bajo la desescalada. No cabe plantear disyuntiva alguna entre la preservación de la salud de los ciudadanos y la reactivación de la economía. La prioridad es sanitaria, también porque solo rebajando la incidencia de la covid-19 podremos reducir su impacto sobre el PIB y el empleo. Precipitarse en sortear las restricciones con tan baja tasa de inmunización colectiva, cuando tampoco se sabe cuál puede ser su duración, sería una temeridad para la economía y la recuperación de puestos de trabajo.
Pero por eso mismo es importante que las administraciones públicas empleen a tiempo sus recursos. Porque cuanto menor sea la magnitud de la recesión en 2020 menos costosa se volverá la remontada. Planteamiento al que está respondiendo la acción de cada Gobierno europeo en su respectivo país, pero que debe ser avalado por una disposición más decidida del Consejo y la Comisión para 2021.
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