El comodín del público
Con P de Palencia ·
El recurso a lo que diga el público está bien en los concursos, pero en la vida real tiene sus peligrosPedir la opinión de los vecinos es una de las soluciones a las que recurren los políticos, sobre todo cuando no quieren hacerse cargo del ... inconveniente ellos solos y deciden así acudir a 'lo que digan los ciudadanos' en diversas formas, la más radical, la de tirar de las urnas y convocar un referendum. La idea tiene sus ventajas, y también sus inconvenientes. Por ejemplo, la mayor parte de las dictaduras recurren a la consulta popular. Es una iniciativa que suele dar siempre el resultado esperado por el gobierno. Se convocan para ganarlos, porque en las democracias, algunos de esos refrendos se pierden, y entonces el mandamás correspondientes tiene varias opciones, la de asumir el resultado y aplicarlo, la de dimitir o la de invitar de nuevo a los votantes y esta vez ganar, y por mucho. Tras este modelo existen otros, los de atender la opinión de la llamada sociedad civil. Y ahí, la cosa tiene su trampilla. Porque puede que se convoque a un cuñado, que da la casualidad de que representa a no se qué colectivo, del que se conoce poca asociación, pero sí mucho peso específico.
Las campañas electorales sirven para la designación de los responsable de la buena gobernanza de las instituciones. Cuando estos declinan esa responsabilidad y la devuelven a los ciudadanos siempre se les podría preguntar: '¿Y para qué se presentó, si ahora el problema debemos resolverle los demás?' El uso del comodín del público está bien en los concursos, pero en la vida real tiene sus peligros.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión