Castilla y León, compromiso e integración
Acabamos de asistir a unas elecciones, y ya estamos emplazados para elegir a nuestros representantes en los ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y Parlamento Europeo.
Con ... los resultados de la última convocatoria electoral, hemos decidido apostar por un proyecto de cambio en nuestro país. Soñar con una España que aspira a un futuro de progreso, en términos de desarrollo social, de mayor igualdad y también de fraternidad y solidaridad. Ese compromiso e integración supone un liderazgo político y significa una voluntad para evitar la confrontación y facilitar la inclusión e integración.
Es de desear que en esta campaña no se produzcan situaciones como en la pasada, en la que las tres derechas se dedicaron, en una buena parte de los debates, más que a exponernos sus respectivas propuestas programáticas, a celebrar primarias entre ellos, para disputarse el electorado de la derecha. Esperemos que como consecuencia de ese comportamiento no se produzca «una coalición de perdedores» y aun peor, que sea así su proceder a lo largo de toda la legislatura.
En nuestra comunidad, por su complejidad institucional y poblacional, es necesario que cada formación política muestre cuáles son sus ofertas y programas. Que estos proyectos expresen con claridad cuáles son sus compromisos y cómo afectarán a los ciudadanos.
Es evidente que tenemos que mejorar las condiciones y calidad de vida. También favorecer el sentimiento de pertenencia, cierto orgullo y una mayor autoestima aunque solo sea para combatir la tristeza y ambigüedad puramente burocrática que hemos vivido en estos ya largos años de gobiernos de la derecha, que no han sido capaces de trasmitir ni oportunidades, ni ilusión, ni siquiera esperanza. Desde estas sencillas reflexiones, quiero hacer un llamamiento a mis conciudadanos castellanos y leoneses. Las elecciones en un país democrático son la mejor ocasión para expresar la voluntad colectiva y solidaria de una comunidad.
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