Condenada por meter raticida en una chocolatina de su hijo para que se la comiera el padre

La Audiencia Provincial de León ha dictado sentencia contra la mujer que envenenó con raticida a su excompañero sentimental y padre de sus dos hijos, informa Leonoticias.

Los hechos ocurrieron en 2020, cuando el Hospital de León actuó de oficio para remitir al juzgado las lesiones sufridas por un paciente.

La pareja había mantenido una relación sentimental con convivencia de la que nacieron, en 2013 y 2017, dos hijos. Ambos acordaron la custodia de la madre y régimen de visitas, situación que cambió posteriormente por sentencia judicial.

La relación entre ambos se complicó por las visitas a los hijos y eran frecuentes los desencuentros en intercambios.

El 22 de junio 2020, la mujer, con el fin de acabar con la vida del hombre, aplicó una sustancia no determinada, con una dosis letal de raticida, a una barra de chocolate Milka que entregó a su hijo de 7 años. Le dijo que él no podía comerlo bajo ningún concepto, pero que se lo debía dar a su padre, a quien debía convencer para que lo tomara. El niño lo hizo así.

El padre fue a recoger a sus hijos y, ante la insistencia del niño, acabó comiendo el chocolate que le ofreció mientras se iban. Ese mismo día se encontró indispuesto y con dolor de barriga y hormigueo en manos. Su salud empeoró dos días después, mientras se celebró la fiesta de cumpleaños de uno de los hijos. Por la tarde fue al hospital por dolor plantar en manos y pies, lesiones cutáneas y debilidad muscular y abdominal, lo que le obligó a quedarse ingresado.

En esos días recibió tratamiento y no mejoraba, lo que obligó a darle traslado al Caulee. Proseguían en ese momento las lesiones cutáneas y presentaba encefalopatía y mala cordinación de pies y manos. Ingresó en la UCI con insuficiencia respiratoria y fue intubado con ventilación mecánica. Se sumaron entonces alteraciones visuales, debilidad muscular, alopecia y otras heridas cutáneas.

Los análisis arrojaron niveles de raticida en orina y sangre considerados como intoxicación aguda que superaban umbral admisible en el cuerpo humano y que podían producir la muerte. Requirió otros dos ingresos en UCI, en octubre y en diciembre.

El cuadro clínico era de extraordinaria gravedad, aseverando los informes que se evitó su fallecimiento por el esfuerzo de los facultativos y por su buen estado de salud y forma física previa.

Por ello se condena a la mujer a 12 años y seis meses de prisión, inhabilitación para la patria potestad durante la condena y 22 años de alejamiento de su víctima.

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