Viaje a las entrañas del futuro Palacio de Congresos de León

Una importante parte del futuro económico de León depende del desarrollo y del poder de atracción que pueda ejercer el futuro Palacio de Congresos de la capital y su recinto ferial.

Unas obras que, según se ha advertido en las últimas semanas, estarán finalizadas en 2016 en el caso de mantenerse el actual ritmo inversor, hoy con diez millones de euros 'en cartera'.

Seis grandes árboles metálicos, cuatro interiores y dos exteriores, forman el corazón para sustentar una cubierta de 15.000 metros cuadrados, el equivalente a más de dos campos de fútbol.

Por primera vez un medio de comunicación de León ha recorrido el interior y ha paseado por la techumbre de la que sin duda es la obra más importante de este tipo a nivel europeo.

El francés Dominique Perrault ha ideado un conjunto expositivo que superará cualquier previsión inicial para quien tan solo ha visto el proyecto en sus bocetos.

Gigantesco desde el exterior, enorme en su interior, esta estructura metálica de 2.600 toneladas eleva un proyecto que en su interior creará un espacio útil de 8.000 metros cuadrados modulables.

Conjunto modulable

Perrault ha diseñado un complejo expositivo en el que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Una estructura sustentada sobre placas de neopreno para absorver cualquier eventual movimiento estructural, 162 exutorios para evacuación de humo en caso de incendio, una fachada de doble piel acristalada, térmica y que responderá de forma automática a la incidencia del sol.

El resultado final será un conjunto expositivo modulable en tres áreas, único a nivel nacional. Si espectacular será el interior no lo es menos su cubierta, en la que ahora se avanza.

15.000 metros cuadrados de aluminio engatillado que servirán de soporte a los 4.400 paneles fotovoltaicos porque en la noche leonesa esta cubierta, en la que ahora se trabaja, estará iluminada y será visible desde todos los puntos de la ciudad.

La inmensidad recogerá energía solar y almacenará el agua de la lluvia para dar servicio a las instalaciones y con un excedente eléctrico que podría llegar a la propia ciudad.

Así son las entrañas del Palacio de Congresos, la obra más emblemática realizada en las últimas décadas en la ciudad de León y en cuyo efecto llamada combinado con la llegada del AVE confía una buena parte de la economia local .