El Centro de Oficios 'borra' la herida del incendio del edificio consistorial de León

Las heridas del incendio de aquella tarde del 10 agosto del 2012 aún son visibles en el Ayuntamiento de León. Algunos elementos del mobiliario de la planta noble del edificio de Ordoño II aún se almacenan con restos de hollín en el Centro de Oficios situado en Puente Castro.

Un espacio que a lo largo de estos más de dos años se ha convertido en un improvisado hospital del patrimonio municipal de la plata séptima que, alejada del fuego, se vio afectada por el humo, el polvo, los gases y el agua, dañando sus acabados de finos chapeados, labores de taraceas y delicadas marqueterías.

Mobiliario de gran valor que hizo que una vez inspeccionado el edificio por los técnicos municipales y apuntaladas las salas con riesgo de derrumbe y precintadas las zonas intransitables, los técnicos de Patrimonio accedieron al inmueble afectado para realizar fotografías y contrastar las imágenes con el inventario municipal.

Tras una primera revisión ocular, las piezas dañadas fueron trasladadas para su posterior restauración. «Desde un primer momento, cuando aún la zona estaba acordonado por la policía, accedieron estos profesionales de la restauración para ver el deterioro que había sufrido el patrimonio artístico del Ayuntamiento e inmediatamente ponerse a trabajar».

Tras el fuego, como primera medida, retiraron de las dependencias todos los bienes muebles de contrastado valor patrimonial. No hubo ninguna pérdida pero sí importantes daños en mobiliario de gran valor que con mimo y esmero y mucha paciencia los profesionales del Centro de Oficio le han vuelto a devolver su resplandor de antaño.

Trabajos de limpieza y de restauración que han implicado principalmente a los tallares de madera y de tapicería por donde han pasado varias piezas numeradas y selladas de caoba y otras maderas nobles, con remates y ornamentos de bronce, sillones y butacas tapizadas de diferentes estilos con dorados y recubrimientos de pan de oro.

Técnica, mimo y mucha paciencia

Ricardo Cambas, responsable del taller de madera, destaca la calidad «excepcional» del conjunto del mobiliario dañado, fabricado en la casa de ebanistería y fundición de bronce Herraiz, ubicada en Alcalá de Henares, y que para su restauración se utilizaron técnicas de trabajo a muñequilla que «ha sido importante pero que ha logrado que muchos muebles tenga un aspecto mejor que el que tenían antes del incendio».

Un taller que ha trabajado estrechamente con Amalia Franco, la encargada del área de tapicería, que ha sido otro de los pilares de esta restauración a través de la patina de suciedad acumulada en sus superficie, la reparación de algunas partes del mueble ocasionadas por el uso continuado y la aplicación de tintes y lacas a la madera y la posterior recuperación del tapizado de las butacas.

Ahora, casi dos años y medio después, el concejal de Cultura y Patrimonio, Juan Pablo García Valadés, muestra su satisfacción tras ver cómo, tras una ardua y laboriosa tarea, poco a poco se haya dado trasladado al edificio consistorial de Ordoño II la práctica totalidad del mobiliario urbano municipal dañado por el humo, los gases y el agua.

A la espera de someterse a la rehabilitación, una mesa de ébano con incrustaciones de bronce que recobra su aspecto original en el taller de joyería artesanal, una de las butacas de la planta noble, pequeños elementos decorativos y el sillón del alcalde que aún hoy siguen siendo el testimonio vivo de aquel incendio del 10 de agosto que destruyó buena parte del inmueble.