Cientos de personas visitan la capilla ardiente

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; y el delegado del Gobierno en Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, visitaron este mediodía, la capilla ardiente, de los tres guardias civiles fallecidos ayer en León, cuando realizaban un rescate de montaña, en el municipio de Maraña.

Los representantes institucionales permanecieron durante unos minutos en el edificio de Tráfico, de la Comandancia leonesa, donde trasladaron sus mensajes de apoyo y condolencias tanto a las familias de los fallecidos, como al cuerpo de la Guardia Civil.

Toda la cúpula del instituto armado acompañó al director general durante su estancia en el velatorio, en el que ya estuvieron esta mañana otros responsables institucionales, como el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, el presidente de la Diputación de León, Arcos Martínez, y el alcalde de la capital, Emilio Gutiérrez.

Gestos de dolor

Cientos de personas acudieron durante toda la mañana a las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil, donde se pudieron ver numerosos gestos de dolor por el trágico accidente sufrido por los agentes en acto de servicio. Al lugar llegaron también en las últimas horas decenas de coronas, ramos de flores y testimonios de condolencia, que un portavoz de la Comandancia quiso agradecer esta mañana al señalar el «sentimiento general de dolor de la Guardia Civil de León, porque los fallecidos eran conocidos por todos y estamos tremendamente afectados».

Cabe recordar que los tres agentes muertos acumulaban cada uno de ello más de dos décadas de trayectoria en la Benemérita.