El fiscal concluye que «hubo un plan concertado» en el asesinato de Isabel Carrasco
«La agente de policía Raquel Gago sabía que tenía el arma y la cambió de lugar antes de entregarla»
El NOrte
Viernes, 11 de julio 2014, 13:20
Dos meses después del crimen que acabó con la vida de Isabel Carrasco y tras escuchar todas las declaraciones sobre el suceso, el fiscal mantiene que existen «indicios suficientes» para concluir que el asesinato de la presidenta de la Diputación de León fue «un plan concertado» en el que participaron las tres mujeres encerradas en Mansilla de las Mulas. Montserrat González, autora confesa de los disparos, su hija Triana y su amiga, la agente de Policía Local Raquel Gago, «cooperaron» en el asesinato, según informa ABC.
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El fiscal asegura que «cada una» de las imputadas es «responsable»» con actuaciones «decisivas». Aunque recuerda que «la que disparó fue la madre», insiste en la colaboración de las otras dos implicadas.
En cuanto a Raquel Gago, desde la Fiscalía consideran que la agente de la policía local sabía que tenía el arma en el coche antes de entregarla 30 horas después del crimen y que la «pudo mover» de sitio, lo que contradice la versión que mantuvo en su declaración.
El fiscal se basa en el hecho de que es complicado que un bolso de «gran tamaño» pase desapercibido, conociendo que acudió al taller en su vehículo dos veces ese mismo día.
Más pruebas
Ahora esperan el resultado de las pruebas periciales de los ordenadores de las imputadas y los teléfonos móviles. Ya ha sido comprobado que el día del crimen -y el anterior- las tres intercambiaron varias llamadas. Además, en próximas fechas se conocerán otros datos los «whatsapps» y los correos electrónicos que pudieron intercambiar en las horas y los días previos al asesinato, además del contenido de los archivos de los ordenadores que se requisaron en la casa de Triana y de la agente de la Policía Local.
Hay que recordar que a Triana se le incautaron hasta tres móviles cuando fue detenida. Según el sumario, uno de ellos fue el que la madre habría entregado a la hija tras realizar los disparos que mataron a Carrasco. Otro sería el que Triana usaba habitualmente y el tercero, de prepago, estaba a nombre de un conocido de ella -que lleva tiempo en Alemania- y con el que presuntamente podría haber avisado a Raquel para dejar en su coche el arma del crimen.
El fiscal también señala que el intercambio de los teléfonos pudo producirse, al igual que el cambio de vestuario de Montserrat, «en un pequeño pasadizo» -el principal testigo ocular pudo perderla en ese punto- situado cerca de la Gran Vía de San Marcos, donde ambas fueron detenidas en un intervalo de apenas unos minutos tras separarse en su huida.