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Vista del carguero israelí 'MV Helios Ray''. AFP
Netanyahu acusa a Irán de la explosión en un carguero israelí

Netanyahu acusa a Irán de la explosión en un carguero israelí

Ambos países cuentan con una larga lista de ataques en la guerra sucia que mantienen en la región

Mikel Ayestaran

Jerusalén

Lunes, 1 de marzo 2021, 11:21

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Benjamín Netanyahu ve «obvio» que la explosión sufrida el viernes por un carguero israelí en el Golfo de Omán es «una operación de Irán». El primer ministro acusó a la república islámica de atacar al 'MV Helios Ray', un buque de transporte de vehículos que en estos momentos se encuentra en Dubai para reparar los daños materiales sufridos, no hubo que lamentar muertos ni heridos. En las declaraciones ofrecidas a la cadena pública Kan, el líder conservador no aportó pruebas sobre la implicación iraní. Desde Teherán negaron de «forma rotunda» estas acusaciones y las enmarcaron dentro del «comportamiento obsesivo» israelí con ellos, declaró el portavoz de Exteriores Saeed Khatibzadeh.

Cuestionado por la respuesta de Israel a esta situación, Netanyahu, que el 23 de marzo se juega la reelección en las urnas, respondió que «Irán es el mayor enemigo de Israel y estoy decidido a detenerlo. Le estamos golpeando en toda la región». Según los medios locales, el bombardeo ocurrido anoche al sur de Damasco podría interpretarse como una respuesta, aunque el Estado judío ya ha golpeado cientos de veces objetivos vinculados con la república islámica en la vecina siria. Irán es uno de los principales apoyos militares del presidente Bashar Al Assad.

La lista del intercambio de golpes en la guerra sucia que mantienen estos adversarios es larga. Ahora es Israel quien acusa e Irán lo niega, pero en los últimos meses han sido los iraníes quienes han acusado a los israelíes de la explosión ocurrida en verano en la planta nuclear de Natanz o del reciente asesinato del científico Mohsen Fakhrizadeh, pero estos nunca lo han reconocido.

Acuerdo nuclear lejano

El aumento de tensión en el Golfo se produce en un momento especialmente delicado para el acuerdo nuclear. Desde que Donald Trump decidiera abandonarlo y reimponer sanciones en 2018, el pacto ha ido debilitándose y la llegada de Joe Biden no ha servido para revitalizarlo. La república islámica ha optado por no aceptar la oferta de los firmantes europeos para tener un encuentro informal con Estados Unidos porque «no es el momento», según Khatibzadeh. Desde Washington lamentaron esta decisión, pero en ningún momento plantearon la posibilidad de levantar las sanciones, la condición de los iraníes para volver a un acuerdo cada vez más lejano. Los únicos pasos adoptados por Biden hasta ahora han sido el alivió de las restricciones de desplazamiento en Nueva York de los diplomáticos iraníes ante la ONU y la decisión de no seguir adelante con la proclamación de sanciones internacionales contra Irán.

Tras la retirada de Trump del acuerdo, Irán comenzó a dar pasos que le alejan del texto consensuado con el 5+1, grupo formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China. La república islámica vuelve a producir uranio metal, necesario para producir combustible atómico, pero que también puede emplearse hacer el núcleo de una cabeza nuclear, ha comenzado a enriquecer uranio a una pureza del 20%, muy lejos de 3,67%, ha puesto en marcha centrifugadores de última generación y desde la semana pasada restringe la labor de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Se trata de unas medidas que, según los iraníes, son reversibles y quedarán anuladas en cuanto Estados Unidos levante las sanciones.

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