Prince quería alejarse de las drogas
El autor de 'Purple Rain' se trataba de una dependencia que tenía a calmantes del dolor, según el abogado William Mauzy
el norte
Jueves, 5 de mayo 2016, 17:19
Poco a poco, van apareciendo nuevas pruebas para aclarar el fallecimiento de Prince. Un día antes de su muerte, 21 de abril, un representante del artista contactó con el médico Howard Kornfeld, especialista en tratamientos por adicciones y una de las autoridades estadounidenses en opiáceos. Según publicó el 'Star Tribune' se trataba de una dependencia a calmantes del dolor y así lo confirmo el abogado William Mauzy, que representa al facultativo y es director del Recovery Walls en Mill Valley, a pocos kilómetros de San Francisco.
Durante la revisión del complejo en el que residía el autor de 'Purple Rain', la policía se incautó de varias pastillas tras hallar el cadáver, aunque todavía queda por desvelar el resultado de los análisis de toxicología.
Según la versión del letrado, el doctor Kornfeld nunca llegó a hablar con Prince, al tener una agenda muy apretada, por eso envió a su hijo Andrew (que no es médico) a Minnesota como avanzadilla. El joven aterrizó la noche de ese miércoles para mantener un primer encuentro el jueves. «El plan era evaluar lo antes posible el estado de su salud y diseñar un programa para la terapia», explicó el abogado. Pensaron en trasladarlo a California para una cura de larga duración. Pero la idea de partida consistía en «una misión de urgencia».
Pocos días antes, en un vuelo de regreso a su casa, tras un concierto, su avión tuvo de hacer una parada para recibir atención hospitalaria de emergencia en Illinois. Se dijo que padeció una fuerte gripe, aunque, una vez registrado su óbito, se habló de sobredosis.
Andrew Kornfeld había previsto encontrarse con Prince en la mañana del jueves 20. Cuando llegaron a Paisley Park, el representante no había podido dar con el artista. El joven fue una de las tres personas que descubrieron su cuerpo en el interior del ascensor. Él mismo fue el que realizó la llamada al 911. «Los otros estaban llorando y gritando», relató el abogado de los Kornfeld . Andrew se limitó a telefonear y decir: «Estamos en la casa de Prince». Cuando el interlocutor le pidió una dirección, replicó: «Mis compañeros han enloquecido, estamos en Minneapolis, en Minesota...». Cinco minutos después hacían acto de presencia los servicios de asistencia que no pudieron reanimarle.
Ahora, la policía mantiene abierta una investigación para determinar dónde consiguió Prince los analgésicos que los agentes encontraron y quién se los dio.