Y ahora, gánenselo
«La que puede haber sido la más escrupulosa selección de servidores públicos, por lo que ha costado, tiene la obligación de demostrar que el rodeo para formar Gobierno ha merecido la pena»
Socialista convencido y con cierto peso en el entorno del partido, anunciaba ya durante la derrota del Pucela, en la víspera electoral, que votaría a ... Podemos. Explicaba su estrategia a quien quisiera escucharle: «El PSOE tiene garantizados dos diputados por Valladolid y (dando por descontado que el PP tendría otros dos) no quiero que 'los restos' del sistema D'Hont le den el quinto diputado a Vox o Ciudadanos». Y asumía que no corría ningún riesgo.
Hoy, los resultados apuntaban a que la estrategia tenía sentido, pero también que Sánchez, no tanto el PSOE, podría emparejarse con Rivera para compartir la condición de perdedor de la cita. Entre otras razones porque, aunque con la nueva convocatoria electoral acabó hundiendo a su adversario-enemigo más 'cercano' Cs permitió que Vox duplicara su representación en la Cámara Baja. Y el resultado de la nueva cita con las urnas puede obligar al PSOE a aumentar las renuncias que hubiera tenido que hacer tras las eleciones de abril para seguir en La Moncoa.
En todo caso, la que puede haber sido la más escrupulosa selección de servidores públicos, por lo que ha costado, tiene la obligación de demostrar que el rodeo para formar Gobierno ha merecido la pena. Por encima de ideologías y estrategias, solo pueden tener un objetivo: acabar con la interinidad institucional. No se les pide siquiera que pretengan hacer política, únicamente que lleguen a un acuerdo para trocear y repartir la riqueza nacional para que esto siga funcionando. Esto es, elaborar unos nuevos presupuestos que permitan dar oxígeno a la economía. Sería la única forma de mantener los mejores logros del sistema: la universalidad de la sanidad, la formación, las pensiones, el crecimiento del empleo... La alternativa para los líderes políticosl-los que resistan en el cargo- solo puede ser el gimnasio: coger forma para que los votantes no les pillen cuando les persigan a gorrazos por las calles. Ya está bien de postureo. Ahora tienen que empezar a ganarse el suelo.
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