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Jubilados controlando unas obras de peatonalización. Andrés Fernández
La Seguridad Social recauda en Castilla y León menos de la mitad de lo que gasta en pensiones

La Seguridad Social recauda en Castilla y León menos de la mitad de lo que gasta en pensiones

Los ingresos descendieron en 264 millones en 2017, mientras los pagos se incrementaron en 191

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Jueves, 19 de abril 2018, 13:13

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El empleo crece como nunca, pero lo que se recauda por esos nuevos trabajadores no solo no evoluciona de manera similar, sino que desciende año tras año. Y no de manera simbólica; lo hace a un ritmo superior al 6% desde hace dos ejercicios. El resultado es tan simple como inquietante: por primera vez en la historia, los ingresos por cotizaciones a la Seguridad Social de Castilla y León no dan para cubrir ni siquiera la mitad del gasto en pensiones contributivas.

Al cierre de 2017, cuando han transcurrido ya cuatro años de recuperación económica (el paro bajó en la región de manera anecdótica en 2013 y en ese año hubo todavía una acusada destrucción de empleo) Castilla y León presenta un saldo positivo de 65.132 afiliados (la ganancia fue de 12.888 personas en 2014; de 17.648 en 2015; de 15.967 en 2016 y de 18.628 el pasado ejercicio).

Y, sin embargo, en la calidad de ese empleo que se crea está la clave. En diciembre, por ejemplo, se formalizaron en Castilla y León 66.613 contratos pero solo ochocientos parados abandonaron las listas y la Seguridad Social no ganó ni un solo afiliado. Mes tras mes, un tercio de las contrataciones que se formalizan duran menos de siete días. También en torno a un tercio de ellas son a jornada parcial. Los salarios han sufrido tal nivel de devaluación que los ocupados que se incorporan al mercado laboral (la subida en 2017 fue del 2,11%) bastan para tirar a la baja la nómina media de todo el conjunto de asalariados de la comunidad autónoma (sumados los datos del INE de los cuatro trimestres, 20 euros menos al mes que el año precedente, el 1,2%).

Menores salarios, más bonificaciones a la contratación a través de rebajas en las cuotas, más tarifa plana para los nuevos empleos por cuenta propia tienen como consecuencia un descenso en la recaudación de la Seguridad Social y un aumento del déficit que no encuentra freno.

En particular en Castilla y León, donde en 2016 los ingresos fueron 300 millones inferiores que el año anterior y en 2017 descendieron en otros 264 millones, lo que supone el 6,8% y el 6,5%menos, respectivamente. Puesto que los datos de recaudación por delegaciones territoriales del año pasado son aún provisionales, la comparación está realizada también con los datos provisionales difundidos hace un año por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social (y no con los definitivos, según los cuales los ingresos de 2016 en la región no fueron de 4.113 millones, sino de 4.484).

Según se recoge en el informe de Distribución geográfica de ingresos y gastos de la Seguridad Social correspondiente a diciembre de 2017, los ingresos en Castilla y León ascendieron a 3.848,74 millones de euros. El grueso de esa cantidad, en concreto 3.815,18 millones, procede de las cotizaciones de empresas y trabajadores. Y dentro de estas, más de tres mil millones (el 78%) corresponden al Régimen General, mientras que 529 millones (algo menos del 14%) son del Régimen Especial de Trabajadores por cuenta propia. El régimen general sufre una merma de 469 millones (13,5%) y el RETA, de 95 millones (15,2%) si bien en este caso la comparación es de cifras provisionales con definitivas.

En León, ni siquiera un tercio

Claro que lo peor llega cuando la cifra se coloca en frente de la nómina de los gastos u 'obligaciones reconocidas' en la jerga de la Seguridad Social. El año pasado ascendieron a 8.041,69 millones, cantidad que es 191 millones mayor (el 2,4%) que la de doce meses antes.

El desfase es, pues, de 4.193 millones de euros, lo que significa que el gasto del sistema en la comunidad el año pasado escaló a más del doble de lo recaudado. Un año antes, ese déficit era de 3.737 millones, es decir, que registra un incremento del 12,2%. Eso, en el año que vivió la creación de empleo más intensa del último decenio.

Al contrario que los ingresos, los pagos de la Seguridad Social siempre van a más. No es una previsión, sino una certeza, ya que el de pensionistas es y seguirá siendo un colectivo creciente y, por el momento, las pensiones se revalorizan año tras año porque quienes acceden a la condición de pensionista / jubilado lo hacen con cotizaciones mejores que quienes causan baja en el sistema. El incremento en el gasto tiende a ser menor debido a las reformas introducidas, pero sigue creciendo. La pensión media ya no crece por encima del 4%, como sucedía hace seis años, pero sigue haciéndolo más del 2%.

En 2008, el gasto total del sistema en Castilla y León rozó los seis mil millones, en 2013 superó los siete mil y en 2016 alcanzó los 7.850 millones de euros. El año pasado se situó en esos 8.041,69 millones, de lo que 7.157,74 fueron a pagar pensiones y el resto, a inversiones, bajas laborales, y otras prestaciones.

La brecha entre ingresos y gastos se repite en todas las comunidades autónomas y provincias. Ya no se salva ni Baleares, que tradicionalmente tenía saldo positivo. Mientras en Castilla y León la diferencia entre lo ingresado y lo gastado asciende al 52%, en León es del 63% y en Zamora, del 60% (en Soria es del 42,8% y en Segovia yValladolid, del 44%). Si la autosuficiencia del sistema es una quimera en toda la comunidad autónoma, el de alguna provincia, como León, se presenta casi como un caso perdido. La recaudación fue de 682,4 millones (el 17,7% del total regional) y los gastos ascendieron a1.862 millones (el 23,1% del dato autonómico), lo que supone que casi no llega para pagar a un tercio de los pensionistas. Mientras, Valladolid aporta el 24,1%de los ingresos regionales de la Seguridad Social y se lleva el 20,8%de los abonos.

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