La automoción de la región confía en llegar al 20% de la producción nacional este año

El sector de la automoción en Castilla y León comienza el año con expectativas favorables que apuntan a nuevos crecimientos de la producción, prácticamente asegurados por la aritmética y solamente un cambio en las tendencias del mercado podría arruinar los planes con los que se ha reiniciado hoy la actividad en las factorías de la comunidad autónoma.

Los trabajadores de las plantas de fabricación de automóviles de la región regresan a los tajos con pedidos pendientes y con carga de trabajo asegurada, en algunos casos para varios años, aunque como se indica siempre al final de las frases por parte de los productores:«es el mercado el que dicta el futuro». Si fuera una religión podrían incluso decir aquello de «lo que el mercado da, el mercado te lo quita», pero en estos momentos, da, y mucho. Tanto que en las factorías de Renault de la comunidad se ensamblan coches en tres turnos diarios, casi al máximo de la capacidad de las fábricas, por encima de las 1.200 unidades diarias. Aumentar estas cadencias supondría ampliar el calendario laboral, de forma que tanto los sábados como los domingos fueran jornadas laborables. El presidente de Renault España y director mundial de fabricaciones de Grupo Renault, el vallisoletano José Vicente de los Mozos lo ha sugerido en varias ocasiones. Quizá se incluya en las condiciones de flexibilidad demandadas por la dirección de la empresa en las discusiones del próximo convenio colectivo de esta multinacional en España. Al tiempo.

Vuelta a la segunda plaza

Las perspectivas para este año es que el sector castellano y leonés de fabricación de automóviles alcance el 20% de la producción nacional. La ha rozado en 2015, y la comunidad regresa a la segunda plaza como productora de automóviles y se acerca además a las cifras de la que ha sido durante muchos años la primera: Cataluña.

De momento, el año pasado se ha cerrado en casi el medio millón de unidades, con Renault en máximos desconocidos desde 2003, cuando en Valladolid se fabricaba Clio en tres turnos y en Palencia, Mégane, también mañana, tarde y noche. Quizá esta vez, en este 2016, las cifras estén más ajustadas. Tanto las plantas de Carrocería y Montaje de Valladolid como de Palencia calculan cifras de producción para el año cercanas a las 300.000 unidades cada una. De hecho, así lo indicó De los Mozos, que predijo un volumen de fabricación cercano a esa cifra en la planta palentina. De forma que en su conjunto, las factorías de la marca del rombo superarían el medio millón y se acercarían a las 600.000 unidades. Y Castilla y León ya estuvo en esos niveles, de hecho los logró en 2003, cuando también fue el 20% de la producción nacional. Las otras dos plantas tendrán producciones más modestas, pero también importantes.

El despertar de Nissan

Nissan ha finalizado el ejercicio con 14.800 unidades de sus dos camiones de pequeño tonelaje ensamblados en sus instalaciones en Ávila. Ha sido su mejor año desde hace tiempo y los equipos han vuelto a las líneas de producción. Las cifras han sido algo superiores a las inicialmente previstas, que rondaban las 13.000 unidades al año. Las previsiones para 2016 son las mismas, salvo que, ¡otra vez el mercado! decida que se han acabado los tiempos de austeridad y que empresas y autónomos compran de nuevo pequeños transportes de uso, sobre todo, urbano.

Iveco, por su parte, calcula la fabricación de al menos 15.800 unidades más del furgón Daily en su versión chasis cabina. Y además, de la planta vallisoletana saldrán también en dirección a Madrid un transporte cargado con cinco cabinas de camión de gran tamaño cada 30 minutos durante dos turnos, porque la fábrica vuelve a la actividad tanto por la mañana como por la tarde después de 17 expedientes de regulación de empleo consecutivos. En total, de la fábrica vallisoletana tienen que salir con destino a las dependencias madrileñas 30.000 cabinas, primero solo soldadas y pintadas en Valladolid, pero desde junio, también con el guarnecido y el carrozado interior. Como la multinacional japonesa en su planta abulense, la de Iveco tampoco prevé incorporaciones de trabajadores. Todo dependerá de las ventas. Pero la mejoría de las condiciones económicas y el regreso de la actividad comercial puede ayudar a que resurja la venta de camiones de transporte de mercancías por carretera.