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Foro Económico de El Norte de Castilla
«Los jóvenes prefieren nuevos proyectos en la empresa antes que tener poder»Josu Ugarte, presidente de Schneider Electric Iberia, reflexiona sobre las transformaciones necesarias en el mundo empresarial
Josu Ugarte no parece tener los 61 años que asegura haber cumplido. Puede que sí por su amplia experiencia como directivo, pero no así por la jovialidad que desprende. Quizá sea, precisamente, debido a que apuesta de manera decidida por la juventud como el divino tesoro que enriquece (sin discriminar a personas más mayores) Schneider Electric Iberia, empresa que preside.
El directivo mostró su fe en las nuevas generaciones durante su didáctica intervención en el Foro Económico que organiza El Norte de Castilla, que echó el cierre a su decimoquinto curso con el patrocinio de Banco Sabadell, Collosa y Gullón.
Hoy, cuando se habla de talento, de su generación y de su retención, se pone con frecuencia el foco en esos jóvenes, si bien hay quien no termina de creer en ellos. Siempre ha pasado; que hay una desconfianza intergeneracional que lleva a la gente mayor «a creer que por tener más bagaje va a hacer las cosas mejor», así como a los jóvenes –así hay quien lo percibía en el público– a tener un grado grande de confianza en sí mismos que choca con cuánto saben. Esto, no obstante, lo desmintió Ugarte, por lo menos según su trayectoria: «La experiencia que tenemos con gente joven es buenísima. No me parece que vengan con una especial arrogancia por ser nativos digitales. En los últimos dos años y medio, nosotros hemos contratado a 600 jóvenes y el grado de interés por el autoaprendizaje es mucho mayor. Apostaría siempre por ellos», afirmó con rotundidad el presidente de Schneider Electric Iberia, que reseñó que, entre los cinco mayores talentos de su compañía en España, dos son sénior (de más de 50 años) y los tres restantes «de entre 25 y 30 años».
Para Josu Ugarte, estas nuevas generaciones deben formar parte de la transformación cultural que las empresas han de acometer para elevar sus ratios de competitividad, habida cuenta de sus capacidades para ser disruptivos en un mundo cambiante y que ya lo es de por sí.
En este sentido, el conferenciante percibe nuevos intereses y preocupaciones que antes –a lo sumo– estaban en un segundo plano en los jóvenes. «A las nuevas generaciones les importa mucho el propósito de la compañía y su compromiso con la sostenibilidad; es ya uno de los tres principales vectores para atraer talento. Prefieren las relaciones a la jerarquía y son más auténticos, además de estar más orientados al valor; quieren emprender nuevos proyectos antes que tener poder. Les encanta aprender y siempre están pidiendo 'feedback'», enumeró algunos rasgos de los que, a nivel general, él percibe en la gente joven que se viene incorporando al mercado laboral en los últimos años.
Liderazgo transformador
Hay una cuestión que no por obvia deja de ser menos cierta, y es que, para transformarse, es necesaria la voluntad del cambio. Para Josu Ugarte, el complejo escenario actual en el que se encuentran las empresas obliga a la transformación, hasta el punto de que advierte: «Va a haber quien se pueda adaptar y quien no, y quien quiera hacerlo y quien no quiera hacerlo. Y, quien no se adapte, se va a quedar atrás».
Sin transformación, por tanto, en su opinión no hay futuro, y para llevarla a cabo considera que hay que hacerlo en tres aspectos: en la utilización de las energías, en la digitalización de las empresas y en la cultura y la idiosincrasia de estas. «La transformación digital es la más difícil, porque las empresas suelen pensar que ya tienen una estrategia y unos valores bien definidos, que ya han salido de otros momentos difíciles o que son empresas de éxito», expuso el presidente de Schneider Electric Iberia en el Foro de El Norte de este martes.
Para llevarla a cabo, según considera Ugarte, «es clave construir un nuevo liderazgo completamente diferente al de hace quince años», más próximo a las corrientes de las nuevas empresas o de las firmas digitales que a la tradición; más abierto a lo disruptivo que a lo anquilosado. «El (nuevo) líder tiene que ser humilde y consciente de su carácter transitorio, y tiene que saber que no sabe todo y que no puede con todo. Debe ser auténtico, tal cual es, y permitir que los demás también lo sean. Ha de ser generoso, especialmente a la hora de compartir conocimiento, positivo, curioso y enérgico», enumeró el directivo, que indicó que, a la hora de captar talento, además, el líder debe potenciar la capacidad de quienes le rodean.
Junto a la sensibilidad respecto a los recursos humanos, en este nuevo mundo empresarial marcado por los cambios hay que tener en cuenta otros factores como la incertidumbre, infinita tras tener que afrontar factores como la pandemia o los conflictos geopolíticos, o la misma comprensión del entorno, no siempre sencilla por cuantas cosas suceden alrededor al mismo tiempo.
¿Qué se puede hacer ante la 'amenaza' de Trump?
Entre las incertidumbres que se ciernen sobre el futuro de las empresas se encuentra el posible retorno de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos, una preocupación que Josu Ugarte apartó de golpe contestando a la pregunta de qué se puede hacer con otra cuestión. «¿Se puede hacer algo con la política? Yo diría que nada. Tú haz tu transformación y mejora tu cadena de valor. Si no puedes hacer otra cosa, que no puedes, tienes que estar bien en lo que puedes gestionar», interpeló.
Esto no significa que no existan alternativas de gestión, pues, con previsión, por ejemplo, pueden anticiparse escenarios como el de un posible arancel que pueda imponerse a productos importados por EEUU. «Si yo tengo una inversión allí y sé que ese escenario se va a dar, tendré que pensar en cómo saltarme ese arancel: buscando un partner, haciendo una inversión allí para que se pueda vender en destino...», emplazó a desarrollar.
En opinión de Ugarte, «en el mundo de la geopolítica esto sucede a menudo, que cada vez que va a haber una modificación, tienes que ver a dónde van tus principales exportaciones y valorar la posibilidad de la multilocalización». Sin embargo, aun sabiendo de las dificultades que entraña, aboga por «pensar o valorar únicamente lo que depende de nosotros», sin caer en los miedos que pueden ser poco productivos para las empresas.
«China no va a engullirlo todo»
Desde el punto de vista geopolítico, otra de las preocupaciones que se pusieron sobre la mesa en el coloquio posterior a la ponencia de Josu Ugarte tiene que ver con China, si bien el presidente de Schneider Electric Iberia, que trabajó durante años allí, dejó clara su creencia de que «China no va a engullirlo todo, ni de lejos». No en vano, «hay más zonas de influencia (económica) que antes», fruto de la globalización, si bien el directivo afirmó también que «donde mejor se hacen las cosas es allí», huyendo del tópico de la baja calidad de sus productos.
A su juicio, «Estados Unidos y la Unión Europea han visto los peligros de dejar solo en sus manos la tecnología y otros países de su entorno han crecido», lo que, unido a que «si fueran más allá dejarían de ser tan competitivos» hace que Ugarte no vea su economía como una gran amenaza como sí pueden llegar a ser otras cuestiones que rodean a las empresas.
