El Ordizia asalta Pepe Rojo

Derrota en Pepe Rojo del líder Quesos Entrepinares en un partido que dominó durante los primeros veinte minutos, pero que después estuvo siempre a merced de un Ordizia que aprovechó sus ocasiones y demostró una solidez defensiva a prueba de bombas. Los vascos defendieron prácticamente toda la segunda mitad y dejaron a los del Quesos, muy fallones en el juego a la mano e impontentes ante la defensa del Ordizia con tan solo un ensayo.

Comenzó el Quesos con un dominio abrumador sobre el Ordizia. Tanto la posesión como el territorio eran de exclusividad quesera ya que el conjunto vasco no pasó del centro del terreno de juego durante los primeros 22 minutos. En ese periodo, el VRAC mantuvo encerrado al Ordizia, que se defendió con orden y demostrando su poderío en la melé. Los de Diego Merino merodearon la línea de marca, pero las condiciones del terreno de juego y muy especialmente el control del oval, que más bien parecía una pastilla de jabón impidieron en muchas ocasiones la progresión del conjunto local. Además, el conjunto vasco se mostró muy sólido en su defensa, en especial en las melés y en los maull que intentaron los del VRAC en ese periodo. Tuvo que ser a través del segundo golpe de castigo cuando el cuadro vallisoletano inauguró el marcador a través del pie de Valetini. Parecía que esta iba a ser la ocasión para comenzar a mover el marcador por parte de los queseros, pero el golpe de castigo supuso una total inflexión en el partido. El Ordizia se decidió a salir de la cueva, comenzó a dominar el oval, a jugar en el campo del Quesos y a crecerse sobre el césped de Pepe Rojo. Una jugada fortuita entre Valetini y Valentín Cruz, determinó el primer golpe para el conjunto vasco y el empate en el electrónico. A partir de ahí los veinte minutos siguientes fueron todo un monólogo del Ordizia, que dio por completo la vuelta al choque. Ahora el dominador era el conjunto donostiarra, con un Quesos defendiendo como podía, sintiéndose superado en las melés. Así, llegó el ensayo del Ordizia que colocaba un sorprendente 3-8 en el marcador, precisamente a cargo de Valentín Cruz. Era el primer aviso. Porque el Oridizia impidió cualquier intento de reacción chamiza. De nuevo con el oval en su poder, y tras fallar un lanzamiento a palos, el oval llegó a las manos de Julen Goia quien, desde el centro del campo se marcó un sprint con patada a seguir incluida que dejó sentada a toda la defensa quesera. Era el 3-15 que marcaba el camino a los vestuarios.

La segunda mitad comenzó de la peor manera posible para el Quesos, con un golpe de castigo vasco que alejaba al Ordizia a más de dos ensayos de los vallisoletanos. La reacción del VRAC no se dejó esperar y encerró en la línea de 22 al conjunto vasco. El ensayo parecía inminente, pero la defensa del Ordizia y la incompetencia total del colegiado Iñaki Muñoz, permitió que el oval estuviese parado durante casi quince minutos repitiendo hasta la saciedad las melés por infracciones, e impidiendo jugar el balón. Y eso que los vascos jugaron esos minutos con uno menos por amarilla a Salinas, pero el empeño del colegiado en repetir una y otra vez las melés, acabó por desquiciar a los locales, que vieron como se esfumaba su opción de ensayo y lo que es peor, veinte minutos del cronómetro sin avanzar un solo metro.

El Ordizia demostró ser un conjunto muy sólido en defensa y que supo aprovechar sus ocasiones. Solo una vez pasó del centro del campo en la segunda mitad, y anotó el golpe que le ponía en clara ventaja. El Quesos lo intentó pero la defensa vasca se impuso siempre. Solo a falta de seis minutos para el final, Paila ensayó, pero tras un sinfín de acciones casi sobre la linea de marca. Era el 10-18 que permitía albergar una mínima esperanza, pero no era el día del Quesos y cuando intentaba acercarse aún más, un grave error en el pase fue cortado por Araña para ensayar bajo palos y cerrar el partido para los del Ordizia.