Los lagartos del triatlón

El club arrancó en 2016 con tres triatletas: Juan Barbudo, Jesús Herrero y Juan Pedro Aragoneses. «Nos vino todo un poco dado. La idea era formar un club para practicar tiratlón y apoyar con nuestra experiencia a quien quisiera apuntarse», explica este último, presidente del club. El trío, que llevaba compitiendo desde los 90, empezó rápido. Si en primavera concluyeron los trámites administrativos, en junio llegaron las primeras incorporaciones. En apenas unos meses ya superaron las 20 inscripciones.

Ante una demanda creciente, el club se planteó al año siguiente crear una escuela, que se constituyó para el curso 2017-18. «Nos tiramos al río, literalmente, porque empezamos con cero euros», relata Aragoneses. En el primer curso escolar había siete niños. Participaron en una prueba referente en la región como el Nada Corre, del Río Esgueva, con cuatro menores. Este año han multiplicado por cuatro su presencia: son 29 alumnos en la escuela y la semana pasada llevaron a 18 triatletas a esta prueba. «Es un puntazo, ha sido espectacular». La escuela apostó por una formación técnica para desarrollar tanto talento infantil. «A medida que iba entrando la gente, surgieron nuevas demandas». Por ejemplo, la promoción del triatlón a través de visitas a colegios como Martín Chico o Maristas.

El creciente número de efectivos del club –el año pasado eran 51– empezó a participar en pruebas, desde ámbito local a internacional. Barbudo, que participó en 2016, 2017 y 2018 en el Ironman de Hawai, era el gran referente en la larga distancia, mientras llegaban otros debutantes que tendían a formatos más cortos. La demanda impulsó la creación de un equipo femenino –el club tiene ahora a ocho mujeres en el equipo absoluto y nueve chicas en la escuela– y apostaron por la creación de equipos.

La prioridad del club este año es conseguir puntos para ir escalando en los distintos rankings nacionales. Aún está pendiente de saber si participará en la Liga Talento, un formato de liga para las categorías cadete e infantil de la Federación Española de Triatlón. Está dirigido a clubes de Primera y Segunda División, pero hay margen a otras categorías. El Lacerta, de Tercera, tiene seis cadetes y ha hecho la inscripción para las cinco pruebas: dos duatlones y tres tiratlones. «Nos haría mucha ilusión participar».

La escuela cuenta con un calendario de pruebas escolares para ir iniciándose en la competición. El Duatlón de Palazuelos que será campeonato de Castilla y León de categorías cadete e infantil. Será el sábado 14 de marzo, con prueba para escolares abierta a federados. Una prueba que se espera multitudinaria y que el año pasado ya excedió las previsiones. «Nos desbordó. Tuvimos que habilitar varias salidas».

El Lacerta organizará en junio la tercera edición del Triatlón Cross de Revenga en junio, una prueba propia con la que promocionar su trabajo. «Se trata de dar la opción a gente de Segovia que quiera estrenarse en esta disciplina. La posibilidad tener un triatlón cerca de casa, una prueba que sea factible y que le sirva al club como despedida del curso». Son 500 metros de natación, nueve kilómetros de bicicleta de montaña y 1,5 kilómetros de carrera a pie por el pantano.

El club entrena dos horas, tanto martes como jueves, en la piscina José Carlos Casado, tanto con menores como con adultos. Los miércoles entrenan técnica en las pistas Antonio Prieto. Además, los escolares se ejercitan en el gimnasio Bekdosan. El turno para la bicicleta llega el fin de semana, sábado o domingo. Y los sábado hacen también entreno de transiciones, sobre todo de bici a carrera. «Vamos a sitios que nos den más seguridad. Ahora estamos haciendo unos 45 kilómetros, lo normal es ampliarlo con el buen tiempo a 70 o 80». Dada su demanda, el club necesita más calles de piscina. Los lagartos se multiplican.