A trasnochar con Javi Guerra
Amigos del atleta segoviano resaltan, ante el desafío mundialista de Pekín, su amor por el atletismo y su capacidad de sufrimiento, y dicen que llega a la cita «mejor que nunca»
nacho sáez
Viernes, 21 de agosto 2015, 11:13
Los amigos de Javier Guerra tenían previsto quedar en la tarde de este jueves para decidir si se reúnen este viernes para ver la carrera. Noel Marqués, su masajista, confiesa que las maratones en las que participa Guerra las tiene que ver de pie, mientras que Javier Bermejo, amigo suyo desde niño, explica que excepto la del Europeo de Zúrich del año pasado, a la que viajó para presenciarla in situ, las demás las ha seguido solo, sin la compañía de nadie.
Ambos, Noel y Bermejo, acuden a la cita con El Norte de Castilla, que se produce en las pistas Antonio Prieto gracias a la complicidad de la novia de Guerra, Marta Muñoz para poner la guinda a una semana en la que su padre, Paco Guerra, su entrenador, Antonio Serrano, y atletas que además de compañeros son amigos suyos, como Martín Fiz y Juan Carlos Higuero, han radiografiado el momento que atraviesa el atleta segoviano, su estado de ánimo ante la cita mundialista de Pekín de la próxima madrugada de este viernes (1:35 horas) y sobre todo la personalidad de un deportista que consiguió dejar atrás las frustraciones que le producían las pruebas en pista para convertirse en la actual bandera de la maratón en España.
«Es un ejemplo para Segovia y para todo el atletismo español. Ha sabido cuidar y trabajar igual la cabeza que el cuerpo y el día que vuelva a coger el 5.000 o el 10.000 va a batir todas sus marcas en estas pruebas. Porque ahora tiene preparada la cabeza, que es lo que le faltaba hace cuatro o cinco años», explica Javier Bermejo, delantero en su niñez del Unami, con el que se enfrentaba al Quintanar, en el que Guerra era el portero. «Jamás le metí un gol», bromea. «Era bonito. Ya éramos amigos y nos lo pasábamos muy bien. Además, gracias a él y a su padre conocí el atletismo».
La amistad con Noel Marqués es más reciente. Desde hace casi una década, este es el mejor conocedor de las piernas del maratoniano segoviano. De hecho, Paco Guerra le llama de vez en cuando a escondidas de su hijo para preguntarle cómo le ve. Ante el desafío de Pekín no tiene dudas: «Está preparado. Nos ha costado bastante porque prácticamente no ha descansado para esta maratón. Han sido 180-190 kilómetros cada semana y, aunque luego ha bajado, tuvimos un susto con una contractura en el gemelo. Pero descartamos que fuera una rotura y a partir de ahí respiramos. Ahora tiene las piernas de maravilla y le he dicho lo que le digo siempre: Corre lo que vales».
Buenas sensaciones
Y lo que vale ante la maratón de Pekín es mucho, al menos en opinión de sus amigos. «El trabajo está hecho y las sensaciones son buenas», asevera Noel. «Me guardo el puesto que espero de él, pero le veo mejor que nunca», interviene Bermejo, que cree que «tiene margen de mejora respecto al 2h09m33s que consiguió en Londres». «Tampoco sé cuál es su límite; quizás lo que su corazón y su cabeza le marquen. Pero ahora quiero que pueda ir a Río y creo que puede estar entre los quince mejores mañana (por este viernes) en Pekín», añade.
Cada uno por su cuenta o finalmente reunidos en la casa de alguno de ellos o en algún bar, no perderán detalle de la carrera que será televisada en directo por Teledeporte ni de los tiempos parciales que vaya marcando Guerra, los cuales se podrán consultar en vivo en la páginas de la IAAF, la Federación Internacional de Atletismo. Mientras llega la hora de la prueba, intercambian algún mensaje de WhatsApp con su amigo en el que se revela datos interesantes de la personalidad del maratoniano segoviano. «Me ha preguntado que qué tal estaba. Ya le he dicho que se dejara de andar pensando en mí con lo que tiene él allí», cuenta Bermejo, que al igual que Noel destaca el carácter generoso de Guerra: «Es como un hermano. Se preocupa mucho por la familia, por los amigos... Es muy cercano y muy atento; se hace querer».
Porque sus aficiones fuera del atletismo son las de un chico normal. «Le gusta que nos juntemos unos cuantos en su casa. Somos de jugar al Fifa, ver fútbol, de estar hablando, de comentar los realities para echarnos unas risas... Se trata de desconectar. Aunque hace poco que estuvo concentrado en Navacerrada estuvimos apostando sobre los resultados del campeonato de España de atletismo y animando a Sara [Gómez, también segoviana] que participaba», desvelan sus amigos, que admiran la capacidad de trabajo que exhibe en esas interminables semanas de entrenamiento que conlleva la preparación de una maratón como la de esta noche de Pekín (siete y media de la mañana en la capital china). «Alucino con cómo sufre y sigue luchando. Es impresionante», destaca Noel, que como Bermejo tiene clara cuál es la clave de esa capacidad para levantarse de Guerra: «Ama el atletismo y lo transmite. Es muy meticuloso con la alimentación y con las horas de descanso. Es difícil dar con un atleta tan profesional como él».
Por eso, están convencidos de que Gudo o Guerrouj, que así le llaman cariñosamente Bermejo y Noel, respectivamente, se encuentra en condiciones de alargar su vida deportiva todavía unos cuantos años más. Ellos aseguran que estarán a su lado para acompañarle y continuar disfrutando de su amistad.