El Betis es pura brega

El fútbol son dinámicas y esta jornada chocaban dos muy buenas, de las mejores de la categoría, con permiso de los tres de arriba que juegan otra competición. Los hombres de Yepes jugaban por su sexta victoria en siete partidos y el Villa de Simancas por no recordar lo que se sentía en la derrota. La última cayó doce partidos atrás, en otra época, cuando no había guerra y el precio de la luz era hasta asumible.

Entró al partido más convencido el equipo que acabó llevándoselo. El Betis arrancó con las pilas puestas, con presión alta y una primera internada de Juanillo, derribado en el área por Méndez. El colegiado tardó más en entrar al choque que los jugadores verdiblancos. Eso sí, no hizo falta probar en exceso a Lisardo para ponerse por delante en el marcador. Peque dejó pasar un despeje de Aitor para que la pelota le cayera al arquero, que quiso pisarla. Falló en el control y el destino del esférico ya era inapelable, aunque eso no le impidió hacer otro gran partido bajo los palos, tal y como viene acostumbrando.

De la nada el Betis ya tenía el botín que defender, hazaña que contra los grandes se le ha dado bien. Lo consiguió frente al Mansillés, contra la Cebrereña y frente al Villa de Simancas tenía claro a quién tenía que secar. Unai quería marcar la diferencia y arriba, con la sorprendente ausencia de Veintimilla como referencia, Iván intentaba cazar algún balón sin éxito.

El conjunto franjiblanco se libró de no llegar a la media hora aún más lastimado, porque su defensa ofrecía síntomas de debilidad cada vez que los locales metían un balón al espacio. Sin finalizar, pero con presencia en área contraria. Cumplida la media hora, el Betis pasó a un bloque más bajo y su rival comenzó a carburar, sostenido en la templanza de Suárez. Aun así, el primer acto terminó sin nada parecido a una ocasión.

Pablo Gil cambió de esquema y dio entrada al único que podía ofrecer lo que le faltaba a su equipo, que era finalización. Veintimilla entró como delantero centro, retrasó a Iván, que no por ello apareció más, y retiró del campo a Méndez para dejar una defensa de tres centrales. Quería apostarlo todo a las bandas, aunque Unai había quedado algo debilitado tras recibir la amarilla que le hará perderse el partido ante la Ponferradina B.

Esa circunstancia no impidió al extremo protagonizar la ocasión más clara de los suyos. Tras la enésima penetración por el costado fusiló a David, pero el esférico pegó en el travesaño. Antes el guardameta local había desbaratado dos ocasiones claras. La primera, con una gran intervención al disparo a la escuadra de Fer, que con un grito les recordó a los compañeros que para meter gol había que tirar de vez en cuando, y en el córner posterior evitó el empate de Unai, que chutó desde la frontal.

La caída del físico dejó paso a un encuentro mucho más abierto, que permitió al Betis sorprender al contraataque, quizás no tanto como le habría gustado a Yepes. Tato esquivó todos los obstáculos salvo la pierna de Lisardo y poco antes Juan había culminado una acción personal en el poste. El atacante, menos incisivo que otros días, acabó desfallecido.

Su equipo no, y eso que el exigente partido en Cebreros entre semana iba a pasar factura. Bastó con que Víctor y Álex mantuvieran el nivel de compromisos anteriores para no conceder ocasiones y con que los jugadores de refresco siguieran presionando arriba, que lo hicieron. Veintimilla ni la olió, salvo para quitarle un gol cantado a Álex Medina en el último minuto.

El Laguna consiguió sorprender al Mojados en su casa, algo que hasta ahora era prácticamente imposible. El conjunto amarillo se fue al descanso con el duelo casi ganado y quizás esa excesiva comodidad en el resultado llevó a confianzas innecesarias.

Samu, pese a no estar físicamente al 100%, marcó el primer tanto a los diez minutos y Chatún, de penalti, firmó el segundo. En el segundo acto el Laguna despertó, que falta le hacía. Colino descontó tras un rechace de un disparo de Isma Casado. Creció el conjunto visitante, y al final llegó la igualada con ayuda de la defensa local. Aún así, el Mojados sigue afianzado en puestos de play-off, y el Villaralbo, uno de sus rivales por el ascenso, perdió en Benavente.