Victorias que valen campeonatos

El partido de este domingo era esperado por muchos desde hace varias semanas. El clásico de Castilla, entre la Gimnástica Segoviana y el Real Ávila, prometía ser un partido atractivo entre dos equipos dispuestos a dar una alegría a su afición con una victoria frente a su rival histórico. El tiempo acompañó con una tarde soleada ideal para subir a La Albuera a presenciar un buen partido de fútbol. Pero fútbol hubo más bien poco, o mejor dicho, poco atractivo.

El choque podrá pasar a la historia porque supuso la décima victoria consecutiva de la Gimnástica Segoviana como local y la vigésimo quinta jornada seguida sin perder, pero seguro que pocos se acordarán de lo visto sobre el campo. Fue, sin lugar a dudas, el partido más discreto de la Gimnástica Segoviana en lo que va de temporada en su campo. Dominó pero no controló el juego, falto de la creatividad y de la lucidez en los metros finales de otras jornadas. Las ausencias de Fernán y de Dani Calleja se notaron en un equipo que, sin embargo, se puso el mono de trabajo para sacar el partido adelante. Consciente de que la tarde no era propicia para desarrollar un juego vistoso, se arremangó en busca de una victoria trabajada que a la larga son las que permiten ganar campeonatos.

Planteó el Real Ávila una alta presión que obligaba una y otra vez a Facundo a golpear el balón en largo. Bien plantados sobre el césped de La Albuera, los abulenses consiguieron inquietar a los azulgrana durante los primeros compases. En el tercer minuto de juego, Isma dispuso de la ocasión más clara de los visitantes en todo el partido al quedarse solo dentro del área ante el portero uruguayo, pero su disparo con la zurda se marchó desviado para alivio de la grada azulgrana.

Sin que la Segoviana hubiera disfrutado de su primera posesión larga del partido, los locales se quedaron sin su referencia ofensiva a los cinco minutos, al tener que retirarse Ayrton como consecuencia de un problema en su tobillo izquierdo. Una contratiempo más para el conjunto azulgrana que sin embargo le pudo venir hasta bien. En su lugar, Abraham García dio entrada en el campo a Víctor Pérez, que se colocó en la banda izquierda. A la derecha, Dani Arribas, con Kike asumiendo la punta del ataque con el objetivo de explotar su velocidad ante la blanda defensa del Ávila. Con el obligado reajuste los locales mejoraron. Víctor Pérez le puso calma y calidad a la salida del balón de los azulgrana, ayudado por un Quino que retrasó varios metros su posición para entrar en contacto con el balón. El exjugador del Unami era quien veía el fútbol con más claridad, sirviendo un balón en profundidad al que Kike no llegó por muy poco.

Fue el primer aviso. Minutos después, con más tiempo y espacio para filtrar el pase, Quino dejó solo al espinariego frente a Chispi. No se puso nervioso el siete de los azulgrana, batiendo al portero abulense por debajo de las piernas para hacer el primer y único tanto de la tarde.

Ya estaba hecho lo más difícil. Se había abierto la lata antes de que los nervios y la impaciencia pudieran hacer mella en un equipo que a raíz del gol dispuso de sus mejores minutos de juego, con un disparo lejano de Víctor Pérez y un remate de cabeza de Chema despejados por Chispi. Sin embargo, la última oportunidad del primer periodo fuera para el Real Ávila, con una falta botada desde el centro del campo que Isma remató por encima del larguero.

A la contra

Tras el paso por vestuarios, el Ávila intentó dar un paso hacia delante en busca del empate. Desplegó más futbolistas en campo contrario, pero de poco le sirvió. Sus intentos se basaban en colgar balones al área desde el centro del campo, sin crear peligro ni en el juego asociativo ni en contragolpes. Tan solo Edu se acercó a las inmediaciones de la portería gimnástica, pero Facundo achicó muy bien el espacio después de que Chema tocará lo justo al exjugador de la Segoviana para no hacer penalti.

En la segunda parte la Gimnástica Segoviana perdió claridad en la circulación del balón al pasar Víctor Pérez al lateral zurdo, pero ganó oxígeno con Rubén en el centro del campo. Dani Arribas, muy desapercibido durante todo el choque, buscó el segundo tanto con un disparo desde fuera del área que se marchó rozando el palo izquierdo de Chuspi. Más cerca estuvo Quino, quien tras regatear fuera del área al portero visitante vio como Carlos sacaba su disparo dirigido a la meta abulense.

En el tramo final del choque, Abraham García blindó al equipo con la entrada de Anel en el centro del campo en lugar de un Domingo que se libró de ver la segunda tarjeta amarilla. No sufrieron en defensa los gimnásticos en los instantes finales, disponiendo incluso de una clara contra que Kike, tras una buena jugada por banda derecha de Ivi, no acertó a rematar entre los tres palos. Tampoco fue necesario. La victoria llegó y la Gimnástica Segoviana, esta vez sin brillo, mantiene su racha.