Todos contra Evenepoel

Cuarenta y cuatro años han pasado desde aquella primera contrarreloj, y la fisionomía de la ciudad ha cambiado sensiblemente. También el pelotón, las máquinas y la preparación de los corredores, que hoy controlan con precisión de cirujano cada uno de los detalles que rodean al terreno que pisan. Ayer supervisaron a lo largo de todo el día el circuito (25,8 kilómetros), y hoy volarán literalmente sobre la bicicleta entre Isabel La Católica y la meta instalada en el paseo de Zorrilla. El primero de los corredores partirá de Poniente a las 13:57 horas, mientras que el último lo hará a las 17:02 horas, con una previsión de que la prueba finalice, ya frente a la Academia de Caballería, minutos después de las 17:30 horas. Miles de vallisoletanos se apostarán a uno y otro lado del circuito para saludar, doce años después de la última vez, al pelotón de la Vuelta a España. Una prueba, la de este año, que hasta la fecha se presenta abierta a un amplio abanico de corredores, pendiente de abandonar Valladolid con una hoja de ruta mucho más definida que hasta ahora. En lo que a la crono se refiere, no son tantos los favoritos a hacerse con el triunfo.

Dos parten como principales candidatos a llevarse la etapa, caso del campeón del mundo contra el crono, Remco Evenepoel, y el italiano Filippo Ganna, todo un especialista contra el reloj que apurará una de las pocas opciones que tiene para subir a lo más alto del podio en la ronda española.

En el caso del belga del equipo Soudal, el de hoy se antoja todo un reto para dar un golpe en la mesa y, por qué no, enfundarse el maillot de líder antes de encarar la montaña. El escenario, desde luego, es propicio para Evenepoel, con un trazado rápido ideal para mover grandes desarrollos sobre la bicicleta.

El vigente campeón del mundo contrarreloj ha dado sobrados ejemplos como para ganarse la etiqueta de gran favorito. El belga ha ganado este año tres contrarrelojs: el Campeonato del Mundo, y las dos programadas en el Giro de Italia antes de bajarse de la bici por covid cuando vestía de líder. Precisamente en Cesena (Italia) dio una buena muestra de su perfil de especialista, ganando en una crono de 35 kilómetros de distancia con un segundo sobre Geraint Thomas (Ineos), y 17 sobre Primoz Roglic. El belga saca ahora siete segundos a Roglic en la general y 11 a Vingegaard, un dato a tener muy en cuenta.

El circuito, ya descifrado en estas mismas páginas, empieza a picar alto poco después de dejar atrás el estadio, camino de la Residencia de Jugadores del Real Valladolid, y desde ese punto a la línea de meta son tres los puntos de referencia. Uno de ellos, la bajada por Hernando de Acuña y Adolfo Miaja de la Muela; el segundo el aire que se pueden encontrar los corredores a su paso por la Cañada Real –junto a la Real Sociedad Hípica–; y el tercero un pequeño repecho al llegar al Pinar, poco antes de dejar a un lado las piscinas de Fasa.

Desde ahí a meta, 8 kilómetros en línea recta sin curvas ni dificultades que multiplican el porcentaje de éxito de Evenepoel.

Independientemente de lo que pase en Valladolid, el belga no lo tiene nada fácil, con los Jumbo capitalizando la carrera.

Nadie apuesta por Sepp Kuss, actual líder, pero el americano defiende un tiempo valioso y hay que correr mucho para bajarle del podio.

En el capítulo de españoles Juan Ayuso (UAE), que batió a Evenepoel en la crono de la Vuelta a Suiza, afronta esta tarde una buena oportunidad de dejarse ver y dar un paso adelante en la contrarreloj. El de Jávea fue tercero en la última edición de la Vuelta y aspira a repetir podio en Madrid.

La de este martes es la única contrarreloj individual de la carrera. Por delante quedarán once etapas, seis de ellas de montaña, con el Tourmalet (viernes) y el Angliru (miércoles 13) como citas claves.