Sopas de Ajo para afrontar el frío

Para completar auténtica sopa de ajo será necesaria una barra de pan del día anterior, huevos, ajo, pimentón, agua y sal. La forma de ejecutar la receta es muy sencilla, pero hay un truco especial para que el resultado sea perfecto. Es necesario prestar mucha atención al fuego para que no se 'arrebaten' los ingredientes.

El primer paso en la elaboración consistirá en calentar el aceite para más tarde freír los ajos bien pelados y cortados. Una vez terminados de freír, los retiramos. El pan, que previamente hemos cortado en rodajas, se pasa por el aceite, pero sin llegar a freírlo. Las rebanadas sea van apartando en un plato. Después, la sartén con el aceite se retira del fuego y se añade el pimentón dulce. Se da vueltas para que se haga, pero es fundamental que no se queme.

En ese sofrito, añadimos los ajos y el pan, añadiendo agua y sal al gusto del concumidor. Así, hasta llevarlo a hervir. A partir de ahí, se cascan los huevos uno a uno en la cazuela, se remueve evitando explotar la yema.

Se sirve muy caliente al comensal y el toque perfecto es hacerlo en una cazuelilla o bol de barro. Hasta ahí la tradicional sopa de ajo, aunque algunos cocineros para darle más sabor añaden jamón en tacos o una rajita de chorizo. Un plato perfecto para degustar como entrante y para entonar el cuerpo en el frío invierto. Rico en proteínas y con escaso aporte de grasas saturadas.