Dulces peras al vino tinto

Para despedir el toque dulzón de los helados, habitual postre de verano, las uvas al vino tinto son una alternativa que permite dar la bienvenida a la nueva estación por todo lo alto. Fácil y económica, esta receta tiene dos protagonistas, las peras y el vino tinto.

Con cuidado se pelan las peras evitando cortar el rabito y, para asegurar que en la presentación en el plato se puedan posar de pie, se corta ligeramente la base para que quede plana.

A continuación, se vierte el vino calculando que tendrá que cubrir prácticamente las peras cuando llegue el momento de introducirlas. Cuando esté caliente se añaden el resto de ingredientes, mientras se remueve suavemente el azúcar, la canela en rama y unas pieles de naranja y limón. Transcurridos cinco minutos y con cuidado se introducen las peras, si es posible de pie. Luego se tapan y se mantienen a fuego medio durante media hora. Es recomendable comprobar que el vino acabe cubriendo la pera, así que si hace falta se añade un chorrito más.

Pasado el tiempo estipulado, para comprobar que las peras están en su punto se pueden pinchar con un palillo o la punta de un cuchillo. Si entra fácilmente es que están cocidas. A continuación se sacan las peras de la cazuela con cuidado y se dejan de pie en un plato.

Mientras se sigue reduciendo el vino en la cazuela durante un cuarto de hora más y con el fuego más fuerte. Con este almíbar se riegan las peras una vez emplatadas. Se pueden acompañar además de una bolita de helado, unos frutos rojos o una mermelada de vino. También se pueden servir laminadas elaborando alguna figura geométrica.

Por cierto, hay pruebas que datan el cultivo de los perales desde al menos 3000 años a. C. Los romanos fueron quienes impulsaron su producción y las variedades de esta fruta mediante injertos. En este sentido, Plinio describió hasta 38 variedades de pera existentes en la antigua Roma.