Burritos caseros con pollo y verduras

Así que salvando las diferencias con la elaboración tradicional de este plato, que al parecer dio nombre un vendedor ambulante que utilizaba un burro para su traslado, hoy en día la venta en grandes superficies de las tortillas de maíz que lo envuelve ha facilitado su consumo generalizado. Por otro lado, estaría el variado mundo de las salsas con las que acompañar el relleno.

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Para comenzar, se trocea en tiras una pechuga de pollo. Una vez en el bol se procede a salpimentar y añadir algunas especias como el comino o el orégano. Después se deja en la nevera mientras se preparan el resto de ingredientes. Se corta en juliana la cebolla y en trocitos pequeños los pimientos rojo y verde. En una sartén con un chorrito de aceite se pochan las verduras. Cuando estén prácticamente hechas, se reservan. En esa misma sartén se aprovecha para cocinar las tiras de pollo que tendrán que tener más o menos el mismo tamaño.

Una vez doraditas, se añade de nuevo la verdura y se termina de cocinar todo junto. A la hora de emplatar, en otra sartén se tuestan las tortillas. Se colocan en un plato y se pintan por ejemplo con una suave salsa de tomate, a la que se le puede añadir algo de picante o una de yogur natural.

Otra opción es añadir la salsa de tomate a la sartén para mezclarlo con el pollo y la verdura. Para el relleno también se puede añadir un poco de lechuga o queso rallado.