Para principiantes muslos de pollo al ajillo

Una de las propuestas más recurridas y que también se encuentran en forma de tapas, si uno se da una vuelta, por ejemplo, en la capital leonesa. El pollo al ajillo, es muy sencillo de preparar y no es necesario ser un experto. Para los que pueden invertir poco tiempo en los fogones tampoco es una mala opción. Solamente hacen falta unos muslos de pollo, que se trocearán en casa y sino siempre se puede pedir al carnicero, sal, pimienta, ajos y pimentón rojo.

Una vez se tengan los trozos de pollo se salpimentan al gusto y se ponen a freír en una cazuela. Previamente se habrá echado aceite de oliva dejado que caliente para que cuando se eche el pollo se frían bien. Una vez que estén dorados, tardarán unos diez o quince minutos, dependiendo del tamaño, se sube el fuego.

En este punto, se echan los ajos y un poco de pimentón y se retira del fuego mientras, ayudado con una cuchara, se le va dando vueltas para que los ajos se doren y se mezclen bien con los trozos de pollo. Se sirve caliente y se puede acompañar de una ensalada de temporada.

Para ello, se puede echar mano de la escarola con un sabor picante y que a menudo se come también con ajos. A esta verdura de temporada de invierno, que también da mucho juego en Navidad, se le pueden añadir unas nueces y uvas pasas, aceite y vinagre de Módena o crema de vinagre.