De la mar... el mero
saludable ·
En los mercados todo el año, la suave textura de su carne es seña de identidad de esta especie semigrasa que se puede cocinar acompañando de salsas y verduras
El consumo de pescado entre dos y tres veces por semana es una de las recomendaciones que no caducan con el paso del tiempo. El ... cuidado de una alimentación sana y equilibrada contribuye no solo al bienestar general de las personas sino también de su estado de salud. Así que con una amplio abanico de posibilidades que ofrecen las pescaderías hoy en día, no hay excusa para no incorporarlo con asiduidad a la dieta diaria.
Y entre esa amplia variedad de pescados se encuentra el mero también conocido como cherna. Se trata de un pez que aporta gran cantidad de proteínas y vitaminas. En boca llama la atención la suavidad de su carne con lo que sorprende a los más reacios y es de fácil digestión.
El popular refrán «De la mar, el mero y de la tierra, el cordero» hace precisamente referencia a los mejores productos de ambos lados. El cordero, en Castilla y León no es problema, es una de las especialidades gastronómicas de la tierra. Así que es una buena combinación para alternar disfrutando de los productos del mar, que siguiendo la afirmación es el mero.
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A la plancha, la parrilla, rebozado o con salsas. Desde el punto de vista culinario, admite todo tipo de posibilidades. Es un plato ligero ideal para cenas suaves que no hacen trabajar en exceso el aparato digestivo cuando acaba el día. Pero si la idea es servirlo a la hora de comer siempre es bienvenido un buen acompañante que puede ir desde unos ajitos y chorrito de aceite con unas hojas de lechuga a elaboradas salsas de tomate o salsa verde. Esta última es una de las más recurridas a la hora de cocinar pescados. Cebolla pochada, unos ajos, un poco de harina, vino y perejil fresco cierran esta combinación ganadora para untar el pan.
Pero, estando en temporada otoñal, otro de los recursos gastronómicos en los que apoyarse son los productos de temporada. Una guarnición de sabrosas setas o boletus también son bienvenidas en el plato. Otra de las ventajas de consumir este pescado semigraso y muy jugoso es que no tiene espinas con las que pelearse cuando uno le hinca el diente. En cualquier caso, nunca está demás como con cualquier otro pescado echar un vistazo y asegurarse antes de darle un bocado.
De fácil preparación, se aprovechan también las espinas, la cabeza y la cola. Estas tres partes del pez son los ingredientes perfectos para elaborar un buen caldo de pescado de mero que además, se puede emplear en un arroz caldoso acompañado de unas almejas. Por cierto, otro plato muy recurrido y que se agradece cuando refresca es la sopa de pescado.
Al horno y con patatas
Es una de las recetas más sencillas para disfrutar en casa de este característico pescado. El mero, pese a poder encontrarse prácticamente en cualquier época del año, no es una de los pescados con más seguidores. Uno de los motivos es su precio que oscila en función de la cantidad que se mueva en el mercado.
Pero a la hora de cocinarlo, una de las fórmulas más sencillas y que terminan convenciendo a los comensales es en el horno. Eso sí, con permiso de los amantes de las salsas y del pan. Prepararlo al horno, es una fórmula rápida y si se acompaña de una cama de patatas y cebolla es una resolutiva propuesta para cualquier ocasión. Primero se cortan las patatas en rodajas no muy gruesas para que no tarden en hacerse cuando estén en el horno. Se colocan sobre una bandeja de cristal y a continuación se cubren con una capa de cebolla cortada fina. Después se le añade un chorrito de aceite y queda a gusto de cada uno el añadir un poco de sal y pimienta, por ejemplo. Se dejan haciendo durante media hora y cuando estén prácticamente hechas se incorpora el mero y de vuelta al horno durante diez minutos
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