Inconfundibles magdalenas de oliva virgen

Los pasos son sencillos pero siempre hay que tener cuidado con las medidas. El primer paso, batir los tres huevos con un poco de azúcar hasta conseguir que estén bien integrados e ir añadiendo el aceite de oliva. A medida que se vayan mezclando se van sumando el resto de ingredientes, la leche, harina, levadura y una ralladura de limón o de naranja. Esta masa se dejará reposar durante diez minutos mientras se enciende el horno a una temperatura de 200 grados.

Una vez se compruebe que la textura ha quedado esponjosa y aireada se rellenan los moldes de las magdalenas. En este paso, se debe tener en cuenta que la masa crecerá en el horno por lo tanto «con que se rellene un poco más de la mitad será suficiente», apunta la repostera. Una vez en el horno se esperarán unos cinco minutos y se observará el cambio de tonalidad de la masa, «cuando el copete esté ya doradito estarán listas para sacarlas», señala.

Después, cuando se hayan sacado del horno y enfriado será el momento de decorarlas y aquí al gusto de cada uno. Una de las maneras más clásicas es espolvorear con azúcar glas una vez estén frías. El chocolate es también otra alternativa, derritiendo varias onzas en una cazuela o microondas y dándoles una cobertura. Hay quién prefiere pintar el copete con un poco de miel, confitura e incluso ponerle nata y una fresa o trozo de fruta. Todo dependerá del gusto del consumidor.