Esponjoso bizcocho de zanahoria

Pero, esto no significa que no se puedan encontrar propuestas saludables con hortalizas como ingrediente principal. El bizcocho de zanahoria, más común en países de habla de inglesa, ha encontrado fácilmente hueco en la restauración nacional y por ende en la de Castilla y León. Así se presenta como una interesante alternativa a los postres más habituales o quizá como un interesante acompañante para una tarde de café, infusiones o té.

El bizcocho de zanahoria aporta gracias a la hortaliza propiedades antioxidantes, minerales y vitaminas. Así que aunque, desde luego, sea más saludable su consumo en crudo o cocinado de otra forma, se puede también aprovechar para darse un capricho con el que después los remordimientos no nos asaltarán.

Prepararlo es muy sencillo, Jesús Prieto explica «emulsionamos los huevos con azúcar con ayuda de una barilla para conseguir que no queden grumos», es el primer paso de una receta sencilla y ajustada a la economía de todos los bolsillos. Una vez han quedado bien integrados estos dos ingredientes se continúa con la incorporación poco a poco del aceite de oliva y el yogur natural. En este punto, hay que ir poco a poco para que se vaya formando una masa homogénea.

No faltan, como en casi todos los bizcochos, el toque de los cítricos. En este caso, para acompañar la zanahoria se opta por la ralladura de una naranja, «también se puede utilizar la de limón», aclara el cocinero. A continuación, se añade un poco de harina y levadura tamizada. Una vez estén bien mezclados, se añade la zanahoria, previamente rallada, unas nueces picadas y un poquito de canela.

En un molde, previamente untado con mantequilla ligeramente, para que una vez hecho, se pueda desprender fácilmente, se vierte toda la masa. En el horno a 180 grados estará durante prácticamente media hora. Para comprobar si está en su punto se puede pinchar con un palillo para comprobar que está hecho.