Creativa falsa pizza de calabaza con coles de Bruselas y queso palentino

En este caso, los protagonistas con productos de temporada y de la tierra y el resultado final sorprende por su sabor y textura. Fácil y económico no requiere de mucha destreza culinaria tan solo dedicarle unos minutos y un poco de atención. En primer lugar, para elaborar la base se cortará una rodaja de calabaza que estará asándose en el horno a 190 grados durante quince minutos.

Después, será cuestión de ir montando poco a poco el resto de elementos sobre la base anaranjada. El siguiente color, el morado, propio de la lombarda que cortada en finas tiras y cruda se colocará encima de la calabaza asada. Luego, la crema de calabaza, «hemos aprovechado con el resto de calabaza para hacer una crema que aquí tendrá la función del tomate en la pizza, le dará untuosidad», explica el cocinero.

Después de cocerse las coles de Bruselas, se cortan manteniendo su forma redonda y se disponen con cuidado y generosamente. «Ahora las naparemos con una bechamel aromatizada con pimienta, nuez moscada y mantequilla», apunta y añade «esta espesa para que luego cuando pase por el horno quede espectacular».

El siguiente ingrediente en subirse al carrusel de la pizza es la cecina, pero se puede sustituir por otro embutido o incluso obviarlo. Y por último, queso rallado palentino por encima. Antes de meterlo al horno y para que el color del gratinado quede más dorado se colocan unos trocitos de mantequilla. En el horno no le hará falta estar mucho tiempo en unos cinco o diez minutos estará listo.