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Miriam Díaz-Aroca brinda con una copa de vino. Agapito Ojosnegros

Miriam Díaz-Aroca, actriz y mentora

«El vino y la interpretación se saborean con sus matices e intensidad»

Madrileña de nacimiento y cántabra de adopción, es actriz, periodista, conferenciante/speaker y presidenta de su propia Fundación, ELÍGETE, que trabaja por la igualdad sin violencia.

Sábado, 2 de diciembre 2023, 00:35

A finales de los años 80 se convirtió en chica Hermida y luego se estrenó como presentadora en solitario en Cajón Desastre. En el año 1992, Miriam Díaz-Aroca protagonizó Belle Époque, junto a Penélope Cruz, Ariadna Gil y Maribel Verdú. Dirigida por Fernando Trueba, la película consiguió el Oscar a la Mejor Película Extranjera. En los últimos tiempos su trabajo como actriz se ha centrado en series como 'Servir y Proteger' o 'Amar es para siempre'. Compatibiliza su faceta como actriz con su trabajo como coaching y mentora, impartiendo charlas motivadoras. Lo que comenzó como un hobbie es hoy parte de su vida laboral.

–¿En qué momento de su vida y su carrera está Miriam Díaz Aroca?

–La verdad es que puedo decir que estoy el momento de más consciencia, alineada con mi esencia y propósito, practicando el sano deporte del atrevimiento y la osadía para seguir experimentando la vida, creciendo y celebrando.

–Su relación con Ribera del Duero y esa gala solidaria celebrada en Madrid a favor de su asociación 'Elígete' con la que lucha contra el maltrato hacia la mujer... ¿Cuál es el trabajo de la fundación?

–Reeducarnos para saber decidir y elegirnos para disfrutar de una vida digna libre de maltratos de cualquier índole y origen. Trabajamos para informar y motivar a cambiar patrones erróneos de un amar esclavo, sometido y domesticado creyendo que es lo aceptable aún en contra del propio equilibrio y bienestar. En realidad, el principal maltrato empieza por uno mismo: ¿Me respeto?, ¿Me trato bien?, ¿Me pienso bonito?, ¿Cuido de mi brillo?, ¿Me pongo en valor?

–En parte, para usted el vino es solidaridad, entonces...

–Honrar la vida del vino es como honrar la propia existencia. Un hermoso ritual de reconocimiento y gratitud.

–¿Cuál es su vino preferido?

–¡Todos los que me sientan bien! Tengo etapas de tinto, etapas de blanco, los vinos evolucionan conmigo...

–¿Con qué estilo de cine o televisión maridaría un buen vino?

–Con todo lo que cuente historias hermosas, emocionantes, que provoquen grandes emociones, que te lleven a la intimidad y al compartir al mismo tiempo, celebrando en silencio o en compañía.

–¿Algún momento especial y feliz que haya acompañado con vino?

–Cada día es una vida y siempre merece un brindis cada latido se celebra.

–¿Y triste? Porque ya sabe que también se dice que ahoga las penas...

–Si hablamos de vino para ahogar penas, su mesura acompaña, mima, mece... El desfase distorsiona y se pierde el encantamiento.

–¿Qué similitudes encuentra entre la interpretación y el vino? ¿Ese parecen?

–La interpretación también siempre está viva. Se tiene el mismo paladar; saborear un texto, un personaje, con todos sus matices y colores, con todos sus grados de intensidad. El buen sabor en boca que te deja una actuación, la etiqueta de excelencia cuando el aplauso llega.

–¿Qué retos de futuro en el horizonte tiene ahora mismo Miriam Díaz Aroca? ¿Qué le pide a la vida?

–Mi mayor reto es mi mejor presente, vivenciarlo con entusiasmo y confianza infinita en todo lo que me proponga. Voy permitiendo con gratitud todo lo espléndido que esta inmensa y caleidoscópica vida me regale. Entreno cada día para alimentar mi paz, mi coherencia y mi salud mental y emocional. ¡Que así sea! ¡Levanto mi copa de vino por todo ello! Ese es el brindis y la filosofía de vida con la que debemos afrontar el futuro.

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