Fetén Fetén
«La analogía entre el vino y la música popular es perfecta»El dúo formado por Diego Galaz y Jorge Arribas hace una original lectura contemporánea de la música tradicional y de la música popular de baile, géneros que homenajean utilizando la imaginación y la creatividad como bandera
El proyecto musical de Diego Galaz y Jorge Arribas nació de la necesidad de estos dos músicos burgaleses de poner banda sonora a sus influencias y recuerdos. Dos enamorados de los instrumentos diferentes ya que además de los más convencionales, en su directo se puede escuchar el serrucho, el violín trompeta, la flauta silla de camping o el recogeval.
–Parece toda una responsabilidad velar para que ese legado cultural no se pierda y llegue a nuevas generaciones.
–No somos los únicos, ha habido mucha gente que antes que nosotros ha hecho una gran labor para que no se pierda este legado. No sentimos responsabilidad, esta música no es nuestra, es un patrimonio, como lo son la Catedral de Burgos o el Acueducto de Segovia, y hay que cuidarlo. La música, además, permite trasformarlo, haciéndolo siempre con respeto. Sentimos que es un gran regalo que ha llegado a nuestras manos y que Castilla tiene un folklore maravilloso.
–¿En qué punto profesional están?
–En un momento muy dulce, porque como no tenemos ninguna ambición de llenar estadios, eso te hace muy feliz, con pocas cosas que pasen te sientes realizado. Venimos de batir el récord este año con más de 140 conciertos. Estuvimos de gira con Fito y Fitipaldis, hemos podido actuar con Rozalén... Hemos tocado en nuestras ciudades, en el Wizink, hemos viajado a muchos lugares del mundo... ¡No podemos pedir más!
–¿Qué relación tiene Fetén Fetén con el mundo del vino?
–Lo primero, somos amantes del vino, por supuesto. Jorge nació en la Ribera del Duero. Hemos entendido que el vino, como la música, requiere de una educación en el paladar. Aunque somos aficionados, nos gusta investigar y conocer un poco la poesía del vino y lo que conlleva. El vino, además, tiene mucho que ver con la música que hacemos. Los vinos que están menos adulterados, los que conservan la tradición, pero que se adaptan a los paladares del siglo XXI tienen mucho valor, sobre todo si se conserva el respeto que había hacia lo natural. La analogía entre el vino y la música es perfecta, tienen mucho que ver, sobre todo en música popular. Además, es una de las mejores excusas para seguir en un mundo donde el odio cada vez es más incipiente y protagonista. El vino puede tender una mano para que podamos seguir reuniéndonos gente que pensamos diferente y podamos sonreír.
–¿Con que tipo de canción se maridaría un vino?
–Un mismo vino puede maridarse con distintas canciones y distintos tipos de música. En nuestro caso, al dedicarnos a la música tradicional, creemos que un vino rosado se podría maridar con un ritmo de jota o unas habas verdes, que son dos ritmos tradicionales que se usan mucho en Castilla y León. Se suelen tocar con dulzaina y se baila. Por ejemplo, nuestra 'Jota del Wasabi'. Un blanco con un ritmo de vals como nuestro 'Vals para Amelia'. Un tinto, que tienen más cuerpo, con nuestro 'Fox Trot para Maceo'. Realmente, la ventaja de lo vinos es que se asocian a momentos y a distintas músicas y se pueden maridar de formas muy diversas.
–¿Y con cuál de sus originales instrumentos?
–El serrucho, sin duda, podría ir muy bien con los vinos blancos... Luego, tenemos un instrumento muy original, una gaita construida con muchos plásticos. Entre ellos, hemos reciclado un box de vino de cinco litros. Antes de ser instrumento musical, contenía vino.
–¿Cuál es el vino perfecto y el momento para tomarlo?
–Es el que se hace con cariño, con amor y con respeto a la tierra y que sabe a uva, con gran presencia de fruta. El que se toma con los amigos es el vino perfecto para festejar y brindar por la vida.
–¿Un momento para brindar?
–Cada día, para festejar la vida, la salud y la amistad. Para nosotros, también cada vez que nos subimos a un escenario y podemos ofrecer nuestra música es un momento de festejar.