Albóndigas con salsa de tomate para disfrutar mojando pan

Para que esta receta sea todo un éxito, están en juego dos elementos, por un lado la calidad de la carne que se compre y por otro, el arte que tenga uno para conseguir elaborar una salsa que acompañe en presentación y sabor. En la carnicería se puede comprar la carne picada o pedir que lo hagan en el momento.

Una vez en casa, es hora de remangarse y seguir los pasos sin prisa para disfrutar de unas sabrosas albóndigas. Es una receta entretenida a la que suelen animarse a colaborar los más pequeños de la casa, cuando toca dar forma a la carne.

Primero, en un recipiente o plato hondo se mezcla la carne picada con huevo y un poco de pan rallado, también se puede utilizar un trozo de pan del día anterior y rascarlo con un tenedor. Poco a poco se mezcla bien todo, se le añade una pizca de sal, pimienta molida y un poco de cebolla picada. Se siguen dando vueltas con la ayuda de un tenedor o cuchara y se añade un chorrito de leche.

Después, se dejará reposar durante unos minutos. Transcurrido ese tiempo, es momento de hacer las bolas de albóndigas al gusto. Una vez estén hechas se pasan ligeramente por harina, por huevo y directas a la sartén para freírlas. Se reservan y en esa misma sartén se añade un chorro de vino y se deja reducir. Se añade la salsa de tomate y agua para que no se formen grumos. Cuando empiece a hervir se dejará a fuego suave y se añadirán las albóndigas reservadas.