Mundo mágico

¿Puede el insomnio crear un mundo mágico? Nueve bailarinas, Rafaela Carrasco y la estupenda cantaora Gema Caballero, lo consiguieron con Bach ('Variaciones Goldberg') y la voz en off de Aitana. No es un ballet al uso, faltaban los varones, sino una especie de ensoñación en tres partes que el programa detalla.

Flamenco. Una incansable Rafaela Carrasco y nueve bailarinas magníficas. El problema del flamenco para contar un no sueño es la limitación de los movimientos desde el taconeo constante. En la hora y cuarto de duración la coreografía evita en lo posible las repeticiones. Alterna con acierto la individualidad y el grupo, crea combinaciones en las bailarinas, multiplica vestuario y objetos, utiliza la luz y un espacio casi vacío sobre el fondo, que se colorea, imágenes bellas que expresan esa 'arquitectura del insomnio', segundo título del espectáculo.

Luego están los movimientos, taconeo, distribución espacial, los brazos y el cuerpo esenciales, en matices dramáticos. A veces hay un acoplamiento perfecto de las bailarinas otras conjuntos o parejas que se forman siempre con la individualidad de Rafaela. Sencillo pero muy ensayado. Un espacio casi vacío que se ilumina casi siempre de blanco uy negro.

Una Compañía de Danza un tanto especial desde sui planteamiento femenino que intenta, y consigue en muchos momentos, siempre desde una disciplina y calidad técnica, la poesía. Empeño difícil a través de los movimientos corporales, el sonido grabado y el directo y la luz que surge del insomnio cuando llamas al sueño. Magia de las noches en vela que llaman a la fantasía. Lleno y aplausos prolongados y merecidos. Rafaela Carrasco y su gente han encontrado nuevas técnicas para el flamenco de 2023.

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