Dimite el director técnico de la Sinfónica tras no estar incluido en el consejo asesor de la misma

Jordi Gimeno, director técnico de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, presentó ayer su dimisión tras siete años en el cargo. La decisión se produce a la semana de anunciar la Consejería de Cultura la composición de un consejo asesor de la OSCyL en la que no estaba ni él ni ningún otro miembro de la orquesta.

Jordi Gimeno ha alegado motivos personales. El consejero de Cultura Javier Ortega mostró su sorpresa y agradeció los servicios prestados durante estos años. El ex gerente seguirá vinculado a las oficinas hasta la próxima temporada y quizá luego retome su silla entre los violines de la OSCyL. La sorpresa en la dirección política no coincide con el sentir de los músicos que lamentan la falta de información y la desconexión desde que está al frente de la Fundación Siglo Juan González-Posada.

Una vez más se enteran por fuentes externas del nombramiento de un consejo asesor en el que no están representados. Anteriormente tampoco se consideró su votación sobre el sucesor de Andrew Gourlay como director titular.

Precisamente este será uno de los temas que tratará el consejo que forman Raquel Rivera, gerente de la Fundación Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid; Begoña Lolo, directora del Centro Superior de Investigación y Promoción de la Música; Katarina Gurska, presidenta de la Fundación homónima; Inés Mogollón, musicóloga; María José García, directora del Conservatorio Superior de Salamanca; Fernando Herrero, crítico, y Francisco Lorenzo Fraile de Manterola, director del Centro Nacional de Difusión Musical. El consejero y el director de la Fundación Siglo lo presidirán. En una consejería poco paritaria han optado por un elenco mayoritariamente femenino aunque sin poder ejecutivo.

Miradas

Jordi Gimeno asumió la dirección técnica de la OSCyL tras la marcha de Félix Alcaraz al Auditorio Nacional. Con Alcaraz dejó el violín para dirigir el Área Socioeducativa, que con la orquesta infantil In Crescendo, en el colegio Allúe Morer, y después con el proyecto regional Miradas, desarrollado por Ricardo Moreno, se ha convertido en una referencia para otras orquestas. Este programa peligró el pasado mes de diciembre por su organización administrativa y está a expensas de una licitación pública para el próximo curso.

La OSCyL, que se acerca a los cuatro mil abonados, ha multiplicado en los últimos años la oferta de abonos para atraer a melómanos de otras provincias y localidades al auditorio Miguel Delibes. El Proyecto Ibérico Orquestal también ha sido una iniciativa desarrollada con Jordi Gimeno al frente. Estaba prevista la presentación de la programación de la próxima temporada pero la pandemia ha trastocado el calendario. Mientras, la OSCyL sigue activa en su canal de YouTube