Debutar con un «maravilloso pastiche de culturas»
Martín García García interpretará el 'Concierto nº 1' de Tchaikovsky con la OSCyL y a las órdenes de Petrenko en el auditorio donde vio a su ídolo Radu Lupu
Es al segunda vez que visita al auditorio Miguel Delibes, la primera a tocar. El pianista Martín García García (Gijón, 1996) recuerda que vino a ... escuchar a uno de sus referentes, Radu Lupu, corría 2011. Luego recibió clases de la misma maestra que el rumano. El joven asturiano ha crecido dentro de la escuela rusa y esta semana debuta en ese escenario con la OSCyL, a las órdenes de Vasily Petrenko, con un concierto paradigmático, el 'Primero' de Tchaikovsky.
«Casi es un himno de los artistas rusos, a mucha gente le llega muy hondo, decía Rostropovich. Es una sucesión de temas, a cual más maravilloso. Un pastiche de culturas maravilloso, aún esta mañana el director y el concierto me descubrían que al inicio del tercer movimiento una canción ucraniana», explica Martín, sobre este concierto frecuente en los repertorios de concursos. «Lo triste es que se haya convertido en un caballo de batalla, es una pieza que todo el mundo utiliza para mostrar su técnica y grandiosidad, un concierto que, en sí, era humilde».
Sin músicos en la familia, Martín llegó al piano porque empezaba a estudiar su hermano mayor. «Nos llevamos siete años, así que yo era muy pequeño cuando le veía. Él se convirtió en abogado, también mi manager, y yo acabé dedicándome a la música». A los cinco años ocupó Martín la silla frente al teclado. A los nueve se estrenó en concursos y en 2021 quedó primero en el de Cleveland y tercero en el Chopin de Varsovia.
Está a punto de salir su segundo cd, «me interesan como documento histórico, como muestra de lo que puedo hacer con esas obras», con dos sonatas de Chopin y Brahms. Y en pocas semanas tendrá su primer piano de cola. «Será un 'fazioli'», dice contento. El país que mejores luthiers barrocos ha dado a al música no tiene, sin embargo, gran tradición en la fabricación de pianos.
«Me gusta esa casa porque vuelve al origen del piano, buscan un sonido que lo acerque a la voz humana, al bel canto. Tiene tres registros separados y una claridad sorprendente. Miran al pasado, incorporan las innovaciones del presente teniendo en cuenta el futuro». Acostumbrado a tocar de prestado, no sabe aún donde pedirá que se lo envíen, duda quien está establecido en Varsovia.
Completa el programa del décimo concierto de abono de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León la 'FantasíaBaetica', de Falla orquestada por Francisco Coll y la 'Sinfonía nº 1', de Sibelius. Podrá escucharse este jueves y viernes.
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