José Ramón Rebollada: «La pandemia es más igualitaria que los procesos arbitrarios de la Inquisición»
El periodista vallisoletano publica su primera novela histórica 'La santa infamia', sobre el proceso inquisitorial que tuvo lugar en Ávila
claudia carrascal
Martes, 28 de julio 2020, 08:20
Las persecuciones, castigos e incluso la muerte se convirtieron en la tónica general en los lugares en los que se instalaba la Inquisición. También ocurrió ... en la ciudad de Ávila donde esta institución religiosa logró romper la pacífica convivencia que existía entre judíos, musulmanes y cristianos en 1491. El periodista y director de documentales vallisoletano José Ramón Rebollada estrena su trayectoria literaria con el relato de uno de los procesos inquisitoriales más relevantes de la época, el del Santo Niño de La Guardia.
En él se juzgaron los presuntos delitos de doce personas, de las cuales tres habían fallecido cuando comenzó el juicio. Fueron acusadas y condenadas por secuestrar a un niño cristiano en Toledo y llevarlo hasta La Guardia para martirizarlo y torturarlo en una cueva hasta que lo asesinaron clavándolo en una cruz y azotándolo como a Jesucristo, detalla el autor. El proceso, que recoge en la novela histórica 'La santa infamia', duró más de un año y concluyó con la condena a muerte de los acusados a quienes se quemó vivos en el denominado quemadero de la Dehesa de Ávila.
En su opinión, este hecho histórico tuvo una repercusión decisiva a nivel social, político, religioso y cultural para la historia de España. Sin embargo, «es un episodio muy desconocido y distorsionado, ya que en los escasos lugares en los que pervive lo hace una versión muy evolucionada del relato que se ha transmitido de generación en generación». Rebollada pone entredicho que este cruel asesinato se produjera realmente, a pesar de que la Inquisición lo condenó.
La extralimitación de sus funciones por parte de la Inquisición es otro de los asuntos que pone de manifiesto. Tal y como explica el autor «este tribunal no tenía potestad para juzgar asesinatos en tiempos de Torquemada» y es que, según especifica, los Reyes Católicos y el Papa tan solo le permiten perseguir los delitos cometidos por judíos que no se habían convertido al cristianismo con buena voluntad, es decir, por los falsos cristianos. Por eso, «en todo caso su potestad jurídica era otra y Torquemada trasgredió las normas», sentencia.
El fundamentalismo religioso de Torquemada es una pieza clave en esta novela que relaciona este proceso inquisitorial con tres acontecimientos decisivos para la historia del país, que tuvieron lugar pocos meses después. El primero fue en enero de 1492, la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos, le siguió en marzo la expulsión de los judíos y en agosto el primer viaje de Colón en busca de las Indias.
El trabajo de documentación para esta publicación, que se encuentra en preventa desde el pasado 10 de julio, ha sido «largo y prolijo, pero no continuado», admite. Al respecto, cuenta que conoció esta historia en 2003 y le llamó tanto la atención que comenzó a investigar. «Estaba rodeada de datos inexactos o ambiguos, pero la historiografía ha sido muy abundante, han escrito sobre el tema desde historiadores o el arcipreste de una ermita hasta escritores de la talla de Lope de Vega o Quevedo».
La dramática historia de la Inquisición y de sus excesos crean un ambiente de intolerancia, sospecha y persecución que vuelven a reavivarse con esta novela. Y es que, según Rebollada, la principal diferencia que se está viviendo en la actualidad con respecto a esa época es que «la pandemia es mucho más igualitaria que los procesos arbitrarios de la Inquisición porque el virus mata indiscriminadamente, mientras que la Inquisición aprovechaba su poder para seleccionar a sus víctimas por motivos religiosos».
Hace tres años decidió compaginar su trabajo con la escritura de estas páginas porque consideraba trascedente dar a conocer este episodio que obvian la mayoría de los libros sobre Historia de España. A su juicio, sirve para poner en relieve «el abuso del poder religioso contra las minorías en los reinos de Castilla y Aragón». Asimismo, enfatiza esa armonía que existía en Ávila entre una de las comunidades judías más relevantes, con más de mil familias, los musulmanes y los cristianos.
José Ramón Rebollada, conocido por la producción y dirección de documentales como 'La moral del vampiro' o 'Maqbara' reconoce que su intención inicial era hacer un documental, algo que no descarta porque es un tema «que no se agota aquí». No obstante, la elevada financiación necesaria para ejecutar este proyecto le llevó a cambiar el formato y a aprovechar las letras para dejar patente la terrible historia que vivió esta ciudad amurallada de Castilla.
Los documentales que ha realizado hasta la fecha se basaban en temas actuales, por lo que las entrevistas a sus protagonistas eran la base. En este caso, se trata de acontecimientos que ocurrieron hace cerca de 530 años por lo que «son necesarias las recreaciones históricas, dramatizaciones y adecuación de espacios como el Monasterio de Santo Tomás de Aquino, lugar en el que instaló su sede la Inquisición, y que en ese momento se encontraba en construcción», señala. Ahora toda su atención se centra en la presentación de la obra que comenzará el 10 de agosto en Barco de Ávila, pero insiste en que con el apoyo de una productora potente «es un gran tema para un documental histórico».
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