Un 'thiller' gráfico para niños
Astiberri publica la exitosa trilogía de 'Los Muertimer', un cómic de Léa Mazé mientras Silonia hace llegar a las librerías 'El león de Candela', un álbum entrañable para primeros lectores
Vivir en un cementerio marca la infancia de los gemelos Colin y Celine. Sus padres son los 'guardeses' del lugar, trabajan en los ... oficios fúnebres y en el mantenimiento de tumbas y jardines.
Léa Mazé sitúa allí su trilogía de los Mortimer, un 'thiller' en forma de cómic con gotas de humor negro, travesuras propias de la edad de los protagonistas y una búsqueda que es el hilo conductor de las tres entregas bajo el título de 'Los Muertimer' (Astiberri).
La escuela es un campo de batalla para los gemelos, diana de las bromas de los compañeros que les llaman los Muertimer. Peleas y castigos se suceden con la correspondiente bronca en casa. Sin embargo, en el cementerio son libres. Pichon es el grabador de lápidas que suele trabajar por allí además de un excelente dibujante que de vez en cuando comparte su cuaderno con los niños. El artesano se gana a los chavales con una historia que Mazé dibuja en viñetas bicolores, blanco y sepia. Zombis, vampiros, persecuciones entre túmulos, un cuento surgido del paisaje que les rodea.
Irá desgranando su ficción en varias sesiones y para que le dejen en paz les propone descifrar un enigma; una hendidura en forma de 'v' que tienen varias lápidas.
La joven autora francesa elige un trazo esquemático para los personajes y más minucioso para los espacios, enseres y entornos de la acción. Las emociones se concentran en los rostros, que concentran dentro de su sencillez la mayor parte de la información sobre la acción. Ydesdobla el estilo para la narración principal y el acertijo que propone Pichon.
Los gemelos viven en permanente confrontación con los adultos y la investigación en torno al panteón señorial donde hallan la primera pista les elevará por encima de todos los contratiempos.
Léa Mazé ha publicado ya la trilogía en Francia, con gran éxito de público. Ha sido candidata a los premios Eisner y ha estado seleccionada en el Festival de Angouléme. La segunda entrega de Los Muertimer se publicará en España en Navidad. Astiberri sigue sembrando futuros públicos del cómic.
El inseparable amigo de peluche
Candela tiene cuatro años y vive pegada a su león de peluche, mascota con la que juega, comenta y observa el mundo. Tan personal que no admite ni las sugerencia materna de baño a su muñeco. El león es un miembro más de la familia, en cuanto que compañero de juegos y confidente de la pequeña. La relación entre ambos es el hilo conductor de 'El león de Candela' (Silonia), la descripción de una infancia, la de la hija de María de Castro, la autora del cuento.
La felicidad de Candela pasa por nadar, pintar, saltar con su hermano, columpiarse, andar en bici, siempre en compañía del león. Las preguntas que se hace –desde por qué toda sabe mejor en casa de la abuela a por qué los Reyes Magos saben todo de ella– las intenta responder desde el lomo de su amigo y con él concilia el sueño. Juliana Salcedo aborda la ilustración de esta historia con ceras, en un dibujo sencillo y efectista, con pocos colores y líneas al servicio de la ternura entre la niña y su amigo que se desprende de la carcasa de peluche para mantener una proporción realista en un dibujo naif. Álbum para volver a ser niños con los lectores a los que va dirigido y una delicia estética que firma una arquitecta que descubrió en Glasgow su vocación.
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