Pintura, diseño y referentes
Los artistas vallisoletanos Eloy Arribas, Belén Rodríguez y Luis Cruz pintan sus preguntas en las obras del Herreriano
Bajorrelieves de pintura, moléculas textiles y homenajes a maestros pretéritos son los ganchos con los que los tres vallisoletanos que participan en esta 'Renovación ... permanente' del Herreriano atrapan la atención del visitante.
Eloy Arribas (1991) es el benjamín de la exposición y comparte espacio con Gordillo, el más veterano. Dos obras de su serie 'No tengo batería' abren la Sala 8. «Se mueven entre la pintura objeto y la abstracción pura». Sobre fondo blanco sobresalen de la tela palos, una sandía o una hoja. «Planteo el juego de si está pintado o hecho con pintura ¿algo que está hecho con pintura es una pintura?». Los demás dibujos y motivos «están dispuestos con un ritmo musical». Eloy se siente «abrumado por exponer junto a Gordillo y cerca de Miki Leal o Secundino Hernández. Les admiro a todos». Ni deudor ni continuador de sus mayores se ve. «La pintura tiene su espacio desde hace 30.000 años y el formato cuadro, desde hace cinco siglos. Conforma un tiempo paralelo que nos agrupa como parte de un río continuo más que por generaciones». Arribas está representado por la Galería Herrero de Tejada de Madrid, como Alejandra Freymann, también presente en esa sala.
Los telones de Belén Rodríguez (1981) dan paso a la Sala 3. Sin haberlo previsto, fruto del «destino puro», los colores de sus telas son los mismos que las obras de Mitsuo Miura. «Trabajo con telas y tintes como si el color formara parte de la molécula. Esta línea es un guiño al mundo de la manufactura textil y a los límites del arte respecto al diseño. Miro la tela como si lo hiciera a través de un microscopio, escarbo en el tejido. Parto de unos tonos y voy quitando, nunca añado, con productos abrasivos, como se hace con una piedra en la escultura». Esta obra procede de una serie que expuso en el Centro Dos de Mayo de Móstoles. «Allí colgué un telón en cada piso en un espacio no concebido para el arte. Colgaban justo antes del ascensor, una intervención que propone el contraste de texturas».
Desde 2013 comparte estudio en Madrid con otros 14 pintores. Siete de ellos están en la muestra (Miki Leal, Santiago Giralda, Elvira Amor, Sonia Navarro, Santiago Ydáñez y Irma Álvarez-Laviada). «Es bonito estar siete en una selección tan representativa», dice quien terminó sus estudios superiores en Viena. «Estuve primero en Berlín y luego en Austria. Me gustó mucho su sistema, era una enseñanza de alto nivel por una matrícula semestral de 16 euros».
Luis Cruz (1950) es pintor de larga trayectoria representado por dos óleos que hablan de sus referentes, la dadaísta alemana Hannah Höch y Rembrandt. «Uno no viene al mundo en blanco, siempre chupamos de otros y es justo reconocerlo». Considera que la pintura «siempre ha estado en cuestión, siempre bajo la amenaza de muerte, así que no está mal hacer esta reflexión sobre las últimas décadas».
Tiene un hijo de la edad de Eloy que también estudió Bellas Artes. «Siempre le he dicho que no se haga muchas ilusiones, he visto a gente estar en lo más alto y al cabo de dos años desaparecer», dice quien fue docente de laEscuela de Artes y Oficios. «Ahora hay una hiperacumulación de artistas.En mi época había cuatro escuelas en España de las que salíamos cien egresados cada año. Ahora hay 14 facultades y mil graduados anuales».
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