'Fall' o el reto de sobrevivir

Primera e impactante secuencia. Dos mujeres y un hombre escalan una enorme y difícil pared. Un accidente y este último se precipita al vacío. 51 semanas después, Hunter, amiga íntima de Becky, la viuda, que está destrozada, viene a buscarla para curarla de sus miedos escalando una antena abandonada de 600 metros de altura en pleno desierto. Al fin la convence y emprenden la expedición.

Un dúo de mujeres, un dúo de magnificas actrices. La edificación se alza en pleno desierto. El realizador compone su filme desde un doble juego: majestuosas panorámicas y primeros planos según sea la antena la protagonista o las dos muchachas. Belleza salvaje del panorama, fijación de los dos rostros. Han subido pero no pueden bajar.

Desde las ideas puestas en marcha para pedir auxilio se enlazan los problemas, la mala suerte e incluso la historia personal de las chicas. Todo muy detallado, con la siniestra presencia de dos repugnantes buitres que esperan y atacan. Es escasa la progresión desde un ritmo que parte de la presencia indefensa, sin que Becky y Hunter puedan ir más allá de la plataforma a la que han llegado, salvo esporádicos y casi milagrosos momentos. El móvil y un dron son sus armas.

Belleza y tensión. Las imágenes son magníficas y el destino de las muchachas incierto. Sobrevivir es la palabra clave. Estar en lo alto días y noches es un suplicio que deja huellas físicas y psicológicas, en una prueba que no sabemos si quita sus miedos o si, por el contrario, los produce.

• Temas
• Cine