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El Patio Herreriano ahonda en las claves de la escultura española y reivindica su calidad
Eva Lootz, Ignasi Aballí, Adolfo Scholosser, Cristina Iglesias, Teresa Solar y Patricia Dauder, entre los treinta artistas con obra en la exposición, que se puede visitar hasta el 13 de octubre
La escultura española se apodera de cinco de las nueve salas del Patio Herreriano en un tiempo en el que desde diversos ámbitos se reprocha ... la escasa visibilidad del arte nacional en la escena mundial y desde el museo se pretende «poner en valor la obra de nuestros creadores», en palabras de su director Javier Hontoria. A ese reto se ajusta la exposición 'Una dimensión ulterior. Aproximaciones a la escultura contemporánea en España' a partir de 83 piezas de una treintena de artistas elegidas con la idea de analizar la evolución en el ámbito escultórico desde los años 80 y 90 a la actualidad.
En las salas 3, 4, 5, 6 y 7 se despliega el ejercicio de analogías y disparidades a partir de creaciones de Ignasi Aballí, Elena Aitzkoa, Elena Asins, Jorge Balbi, David Bestué, Elena Blasco, Jacobo Castellano, Jordi Colomer, June Crespo, Ángela de la Cruz, Patricia Dauder, Diego Delas, Pepe Espaliú, Ángel Ferrant, Nuria Fuster, Fernando García, Christian García Bello, Cristina Iglesias, Pello Irazu, Carlos Irijalba, Antonio Llena, Juan López, Asier Mendizabal, Mistuo Miura, Itziar Okariz, Jaime Pitarch, Adolfo Scholosser, Fernando Sinaga, Teresa Solar, Julia Spínola, Susana Solano y Eva Lootz.
La exposición retoma la pretensión de otra organizada en 2003 en el Patio Herreriano. Se tituló 'Cuatro dimensiones' y proponía tomar el pulso a la escultura en España desde las obras de la Colección Arte Contemporáneo alojadas en el museo. Dieciséis años después se le da en parte continuidad a esa muestra incluyendo muchas de las piezas que entonces se exhibieron, situándolas en diálogo con otras creadas por artistas de generaciones posteriores y cedidas temporalmente por galerías. Además de ofrecer una perspectiva intergeneracional entre artistas de una colección que no incorpora obra nueva desde 2013 con otros más actuales, Hontoria reivindica la calidad «del arte realizado en nuestro país, porque en ninguna parte está escrito que el arte extranjero sea mejor».
En el comienzo del recorrido, 'Extrañamiento de lo propio' da cabida en la sala 3 al regreso a ciertas pautas estéticas del siglo XX, con ecos del mundo rural en contraposición a lo urbano. Una cuchara gigante en resina de poliéster – 'Utensilio' (1989), de Jorge Balbi– acapara todo el protagonismo circundada por obras de Jacobo Castellano, Diego Delas o Fernando García realizadas con materiales de desecho.
La voz de la materia y la dimensión lingüística de la escultura estructuran en la sala 4 el sentido de las obras de Eva Lootz, Teresa Solar y Juan López con el recurso a tipografías y materiales deformables como la parafina y la goma. Varios dibujos de la serie 'Estudio para construcción blanda de judías hervidas' (1934) realizados por Dalí son interpretados por Javier Hontoria como un guiño al surrealismo «que propicia el reblandecimiento de ideas y palabras» en consonancia con las piezas de parafina de varias obras.
Estructuras de cartón atravesadas por fragmentos de metal creadas por Julia Espínola y la experimentación de Pepe Espaliú en torno al pliegue de superficies en cuero y papel acompañan en la sala 5 el discurso en torno a la torsión del cuerpo y el lenguaje. La especulación entre forma y materiales contrapone en la sala 6 la rotundidad de Pello Irazu, Susana Solano o Cristina Iglesias frente a elementos maleables de las nuevas generaciones utilizados por Nuria Fuster, June Crespo y Ángela de la Cruz.
En la sala 7 se cruzan interrogantes sobre la relación entre tiempo y espacio de la escultura a partir de un vídeo de Jaime Pitarch (2005), una turbadora instalación sonora de Itziar Okariz que llena la sala de 'síes' y 'noes' y las imágenes de ausencias de Patricia Dauder. «No hemos querido contar una historia canónica de la escultura, esto es una dimensión ulterior porque es una de tantas, una acumulación de historias», resume Hontoria.
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