El FETAL se reivindica con 20 años de andadura
El festival de Urones de Castroponce, que hoy cierra con 'Rudo', de Manolo Alcántara, resiste con un aumento de su presupuesto y el cariño del público
PPLL
Domingo, 21 de agosto 2016, 12:24
A lo largo de veinte años, Urones de Castroponce ha visto cómo su Festival de Teatro Alternativo (FETAL) se ha mantenido pese al serio tropiezo de la crisis económica, que en 2012 le hiciera recortar su presupuesto a la mitad. Bajo el mantra de crecer o morir, el FETAL ha ampliado su formato de extensiones, con representaciones en pueblos de la comarca de Tierra de Campos, así como en el caché de las compañías invitadas. Lo único que ha permanecido igual, parece, es el entusiasmo con el que los vecinos de Urones reciben a los artistas.
«Son la leche», afirman Elena y Eugenia, dos lugareñas encantadas de que año tras año su pueblo salga en los medios «por esto y no por becerradas», en referencia a los eventos taurinos de los alrededores. También Leticia, de 32 años, recuerda su primer FETAL cuando ella contaba con dos lustros y medio de vida: «Nos ha acompañado toda la vida. Siempre vienen compañías muy buenas que han unido a la gente», sostiene.
Como reputados críticos de arte, los uronenses salen de sus casas para asistir a encuentros con compañías, como la de Teloncillo por sus 40 años sobre las tablas, a las actuaciones en el Teatro Corral de Anuncia o a distintos números de calle. Entre estos últimos, este año han podido asistir a la proyección del documental experimental Berlín, sinfonía de una ciudad (Walter Ruttmann, 1927), cuya música fue interpretada en directo por el guitarrista Víctor Antón y el saxofonista César Tejero. De este proyecto es responsable Antonio Macías a través de su iniciativa Rodinia, quien también es autor de las dos exposiciones de este XX Fetal en Urones, Gritos y Pueblos perdidos.
En la era del pueblo también se pudo ver el preestreno de Visitants Olea el pasado 11 de agosto, con un espectáculo que simboliza el ciclo de vida de las culturas mediterráneas a través de un olivo. Por las calles, en cambio, se lució la compañía Títeres de María Parrato, el tándem de María José Frías y Mauricio Zabaleta, que el viernes 19 celebró el divertimento Gallinas y madalenas, y ayer sábado y hoy domingo cierra el festival desde la Panera con Caminos.
«Hay mucho trasfondo detrás de nuestros juegos», declaran los artistas: «Nuestro trabajo es parte de creación y parte de crianza, te obliga a parir a tu criatura, a tu espectáculo, y luego lo exhibimos». Las metáforas infantiles se justifican especialmente en Caminos, donde los objetos abren paso «a que el público juegue con su imaginación y entre en el universo de los bebés, que echen fuera su racionalización, que salga el Buda que llevan dentro». Es, en definitiva, un ritual de comunión, «del que los espectadores salen transformados».
Esa metamorfosis ya se pudo ver con Gallinas y madalenas, un desafío a la imaginación de grandes y pequeños que la compañía desempeñó ante una plaza llena al completo el día anterior. Las risas apenas dejaban oír ciertos diálogos de los locos cocineros protagonistas, que con distintos objetos encadenaban diversas representaciones de animales de granja durante la desquiciada y aparatosa receta de unas sencillas magdalenas.
Pero si el espectáculo es en el Teatro Corral de Anuncia, la cosa cambia radicalmente. Un silencio apabullante inunda las salas repletas cuando las luces se apagan y comienza la función a «ritmo de sutileza», como bien valoró Jokin Oregi, el director de la compañía Marie de Jongh y del espectáculo Amour, premio al mejor espectáculo en Fetén 2016, exhibido también el pasado viernes en Urones. Su función narra una historia de amistad y amor entre dos mujeres casadas con hermanos gemelos; un número aderezado con música de los años treinta, gags de humor mudo del cine clásico norteamericano y distintos niveles de lectura «para niños y adultos».
Desde el 12 de agosto hasta hoy, el Teatro Corral de Anuncia ha albergado durante el XX Fetal los espectáculos Arizona, de Histrión Teatro; Acunar al viejo árbol- acto de acompañamiento, de Pezluna Teatro; Ensaio Amor, de Nuria Sotelo, e Hilos, de La Rous. La compañía de Manolo Alcántara cierra el festival esta noche con su espectáculo de circo contemporáneo Rudo.
La XX edición de Fetal ha visto aumentados tanto su presupuesto (de 30.000 euros en 2015 a los 45.000 de este año) como su equipo humano, que se ha incrementado un 40% (de 45 a 63 empleados). El apoyo económico se ha visto facilitado tanto por los numerosos patrocinadores privados como por la Diputación de Valladolid, cuya aportación ha rondado los 20.000 euros, lejos de los 4.000¤ de la Junta de Castilla y León que han sufragado el caché de dos de los quince espectáculos. La institución mantiene la cuantía de su ayuda desde 2006.
«Las instituciones tendrían que sentarse a revisar estos proyectos vinculados a lo rural y colaborar con más recursos económicos», valora el director de FETAL, Álex Rodríguez. El responsable del festival, que este año ha construido un programa con un hilo conductor en torno al amor, también declara sentirse «agradecido» por haber recuperado la aportación económica del Ministerio de Educación y Cultura, valorada en 6000 euros, pese a que la rigidez de las convocatorias no atienda a las particularidades de cada festival y obliga a grandes y pequeños a competir en una discutible igualdad de condiciones: «Aún hoy sigue habiendo una distancia grande para el diálogo entre el sector artístico y los organismos institucionales», lamenta Álex Rodríguez.