Castilla y León

El Procurador del Común plantea repartir el tiempo de carga y descarga en zonas peatonales

El Procurador recomienda a los responsables municipales que el acceso de vehículos para carga y descarga en la franja horaria en la que está permitido, normalmente de 7:00 a 11:00 horas, se «distribuya» en días y tiempos entre los transportistas para evitar concentración de vehículos en un espacio en el que debe primar el derecho de peatones y personas que se desplazan por medios no motorizados. Un espacio de convivencia urbana, el reservado a vehículos de carga y descarga, no exento de conflictividad..

Defiende Quintana «la posibilidad de establecer días concretos y horarios fraccionados, de manera que en cada uno de los momentos coinciden en cada zona el menor número de vehículos». Una limitación, incide el Defensor autonómico, «que habría de ser objeto de control por un sistema electrónico que garantice su eficacia y permita un monitoreo individualizado de cada uno de los vehículos que acceden a cada espacio para realizar estas tareas».

Quintana incide en que «vienen sucediendo episodios de aglomeración de vehículos, personas y mobiliarios principalmente de hostelería, lo que afecta a la movilidad e, incluso, puede afectar a la seguridad vial de los peatones que en los mismos horarios deambulan u ocupan esas vías públicas»,

Unos peatones que «tienen prioridad» de uso de esas calles en las que el espacio disponible para el paso puede quedar «muy limitado» por la instalación de terrazas y veladores o el apilado en la vía pública de mesas, sillas y sombrillas y la entrada de camiones y furgonetas de reparto, «lo que obliga, en muchas ocasiones, a tener que ir sorteando a ciertas horas todos esos obstáculos, creando situaciones incómodas e, incluso, de riesgo para su integridad física».

El Procurador del Común insta a los ayuntamientos, «de no tenerlo implantado ya», a regular «un tiempo máximo de permanencia de cada vehículo de reparto dentro de las distintas zonas peatonales, valorando la posibilidad de establecer diferencias en función de las características de cada una de ellas».

A esa recomendación añade dos propuestas más. Una sobre el tamaño de los vehículos, al menos en las calles con más flujo de personas, limitando el reparto a furgonetas que no superen las 3,5 toneladas o a microvehículos eléctricos con el objetivo de ganar «en capacidad de gestión en espacio, en tiempo y en disminución de ruidos y contaminación».

La segunda se centra en la velocidad y va dirigida a los ayuntamientos que no la limitan para los vehículos de carga y descarga en zonas peatonales. Quintana recomienda reducirla a 10 kilómetros por hora, «con carácter general», pudiendo incrementarse hasta los 20 kilómetros por hora en función de cada zona, además de establecer que si no hay zonas de estacionamiento fijadas, los vehículos paren cada día en un lado de la calle, «con la finalidad de dejar expedito el espacio suficientes para la marcha peatonal en condiciones de seguridad».

La resolución remitida por el Procurador del Común a todos los consistorios de capital de provincia y al ponferradino incluye una propuesta más para incentivar la recogida de mesas y sillas de las terrazas, una vez que se ha convertido en costumbre no desmontarlas durante la noche y el horario en que no están operativas o, a lo sumo, apilar todos los elementos en la propia calle.

Quintana anima a los responsables municipales a «exigir su retirada y guarda en el interior de los locales cuando ello sea posible» y animar a los hosteleros a esa recogida con «una bonificación de la tasa por ocupación de vía pública que incentive esa retirada o, en otro caso, si se permite que sean apilados y almacenados en la vía pública, se determine el espacio máximo que pueden ocupar».

El Procurador del Común reclama a los ayuntamientos una señalización adecuada de los usos y horarios de las zonas peatonales, «mediante señales y carteles que tengan un contenido de fácil entendimiento tanto para conductores como para peatones».