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La nieve caída en las últimas horas mantiene dos carreteras cortadas en Castilla y León, las dos en la provincia de León. Aunque la situación mejora en el resto de la comunidad, con la previsión de que el respiro durará poco, la Dirección General de Tráfico pide a los conductores extremar la prudencia en el caso de tener que coger el coche.
La precaución debe ser máxima en nueve tramos de carreteras en León, dónde es necesario el uso de cadenas, así como en varias zonas de la provincia de Burgos.
En León se mantiene cortada la LE-491 entre Piedrafita de Babia y Vega de Viejos y la LE-233 en Besande. Además las cadenas son obligatorias para circular por Aralla de Luna (LE-473), por los puertos de Vegarada (LE-321), San Isidro (LE-331), San Gloriao (N-621) y Tarna (CL-635), en la N-625, entre Oseja de Sajambre y Riaño; en Foncebadón (LE-142), y en La Baña (LE-126).
Además, está prohibido el tráfico de camiones en Boñar (CL-626), en la LE-315 a su paso por Piedrafita; en la LE-481, en San Emiliano, y en la LE-493, en Rioscuro.
En Burgos se recomienda prudencia en la CL-629, en los puertos de Bocos y La Mazorra, y en la N-232, a la altura de Valdenoceda.
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